Ivaginaria / Las palabras del sexo (vol. 2)

Un libro de constante consulta para conocer los nombres de la genitalia femenina y masculina ha sido para mí el "Diccionario Secreto", compilado por el premio Nobel de Literatura, Don Camilo José Cela.

¿Para qué nos servirá, querido públic@, saber todas las formas de vocablos para las palabras pene, vagina, vulva, culo, senos, testículos, perineo y glande? Pues primero, para saber en dónde quedan nuestros nortes; luego para que no nos albureyen, y también para conocer que, pese a todos estos nombres que reflejan un enorme temor a llamar las cosas por su nominación de origen, tienen sinónimos graciosos y etimologías interesantes.

Hoy estaremos de huevos o testículos, empezaremos por los padres de la nación. Por ejemplo, el significado de cojones, viene del griego, coleus, y quiere decir estuche o bolsita. Después se adaptó al testículo, y helo ahí, guardado en sus aposentos, y es una voz que se utiliza más en España, y en muy pocos sitios en México, porque a muchos les parece una gachupinada y ya ven cómo hay gente que sigue bien rozada desde la conquista y la colonia.

Asimismo aporta numerosos ejemplos de cómo usarlo, como "chúpame los cojones", para sobajar a alguien; "que le cae en los cojones", para decir que alguien "nos caga las bolas", traducido a nuestro rumboso mexicano; o "le hacía doler hasta los cojones", que significa que alguien "me toca los huevos", tropicalizado nuevamente.

Pero el que más me gusta es "tiene percebes en los cojones". Los percebes son unos moluscos gloriosos que se encuentran en las piedras cercanas al mar y en donde rompen las olas. Y la expresión quiere decir, en pocas palabras, que es tan huevón alguno, que le crecieron lastres en los tanates. Todos conocemos alguien así.

Si pusiera los ejemplos citados en el libro sobre poesía de los cojones, no acabaríamos. Porque desde tiempos antiguos los testículos son el mero epicentro de la virilidad, incluso en algunas culturas, más que el pene. Y dejan en segundo lugar al adorado vergo, porque en los testículos viven los espermatozoides que darán más almas peregrinas a este planeta. Es decir, tasan al hombre por su reproductividad, más que por su eficiencia. "A buen jodedor, mucha polla y poco cojón", dice un refrán español. Se aplicaba también mucho el echar pa'lante los cojones, cuando se hablaba de toreros. Decían...

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