Ivaginaria / El sano derecho al placer

Nadie se ha detenido a pensar en su propio derecho al placer...Y para que vean lo morbosos que son, aprendamos de una vez por todas que el placer no sólo se relaciona con los genitales, sino que también son parte del goce de los demás sentidos. Hay gente que ni siquiera ha sentido nada en su genitalia pero ha sentido placer, y al mismo tiempo gente que nunca relaciona el placer con algo privado como el sexo.

Cuando se declaró como un derecho inamovible el del placer, en un congreso de sexología al que fui, debemos considerar aspectos muy importantes, sobre todo de sobrevivencia básica. ¿Por qué tenemos derecho al placer?

Mi explicación personal es que el mundo es un sitio miserable en el cual, si no cogemos, será más miserable aún. Eso es además un mantra de mi cotdianeidad. Por puro sentido de nuestros procesos bioquímicos y en plena administración de nuestras facultades neuronales, podemos acudir al placer y lograr ciertos niveles de satisfacción.

El análisis de cómo suceden los orgasmos o las eyaculaciones, en occidente, tiene más de 60 años de debatirse y todavía a estas alturas, debemos estudiar porqué la gente no busca el placer de sus sentidos como una forma de ars de vida. Sino felices, al menos bien cogidos, comidos, bebidos, y demás aditivos que les podamos agregar a la lista.

Pero es ahí en donde se nos pierde la tea. La luz que debemos de seguir es la de la consecución del placer que no sólo conlleva a la hartazón del vicio y fornicio, que es también es chida, pero para algun@s puede ser vacua. Para mí no, pero a lo que me refiero es que también se encuentra el placer en el darse a los demás, y aunque peque de santucha, sí creo en el fundamento cristiano bajo el que crecí, me eduqué, en el cual no creo pero apoyo en su esencia filosófico. Filos. Amar al otr@.

La mayoría de la banda ha de pensar, pero qué tiene eso del placer, si yo cojo bien rico, y no tengo problemas con eso. Pero de lo que se trata aquí es sobre una esencia del placer que se relaciona con lo básico. Lo rico de nuestra comida, lo intoxicante de nuestros aditivos, lo emocionante de las relaciones, lo...

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