Izquierda: a ver si con el cambio de imagen...

AutorRosalía Vergara y José Gil Olmos

La pejemanía se quedó en 2006. En su segundo intento por gobernar al país, el candidato presidencial de la alianza Movimiento Progresista (PRD-PT y Movimiento Ciudadano), Andrés Manuel López Obrador, armó una estrategia similar a la anterior: dirigida por él mismo y a "ras de tierra".

La diferencia es el cambio del equipo. Si bien hace seis años se habló de que estaba rodeado de "leales", en esta ocasión ni Jesús Ortega, entonces coordinador de campaña; ni Federico Arreóla, encargado de las finanzas de las Redes Ciudadanas; ni Manuel Camacho Solís, uno de los coordinadores de dichas redes, figuran en el equipo que pretende reconciliar al tabas-queño con quienes en 2006 lo consideraron "un peligro para México".

Con mucho menos recursos para la campaña, un PRD deshilachado y un minúsculo equipo de campaña, poco conocido en los medios de comunicación y coordinado por el senador petista Ricardo Monreal, el dos veces candidato presidencial ahora le apuesta a cinco años de recorridos por los 2 mil 400 municipios del país y a una propuesta de reconciliación nacional planteada en los mítines. Así justifica su cambio de estrategia.

La transformación del país que pretende lograr como eventual presidente comenzó con el mismo AMLO como candidato. Un ejemplo son las conferencias de prensa diarias, a las siete de la mañana. De traje y con una sonrisa permanente, sus discursos no marcan la agenda política del momento. Más bien pretende dar a conocer sus propuestas de campaña porque se necesita tener presencia en la prensa para dar batalla al que considera su contrincante principal, el priista Enrique Peña Nieto, ante la desigualdad en la difusión de spots televisivos.

En entrevista con Proceso, Ricardo Monreal señala que mientras el PRI y el PAN pueden presentar tres mensajes, López Obrador sólo podrá difundir uno de la coalición entre el PRD, PT y Movimiento Progresista.

Encuestas y austeridad

En 2006 las perspectivas de López Obrador eran más que halagüeñas en el arranque de las campañas: estaba 17 puntos por arriba de Felipe Calderón y Roberto Ma-drazo. Por el contrario, hoy aparece en tercer lugar en casi todas las encuestas, alejado de Enrique Peña Nieto y de Josefina Vázquez Mota.

Según los datos de la encuestado-ra Consulta Mitofsky, en febrero de 2006 el 39% de los electores colocaba a López Obrador como el candidato preferido para ocupar la Presidencia de la República, pero en febrero de 2012 su intención de voto era de 22%.

Seis años y varios errores asumidos, principalmente el plantón de la avenida Reforma, pintan un panorama muy distinto...

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