Jesús niño: historia, mito y dogma

AutorRodrigo Vera

Desde la anunciación del nacimiento de Jesús hecha por el ángel Gabriel, pasando por el embarazo de la Virgen María, el parto en un pesebre de Belén, la adoración de los magos e incluso la resurrección de Jesucristo ocurrida al tercer día de haber muerto, son todos "acontecimientos históricos" que nada tienen que ver con el "mito", pues sucedieron en un tiempo y lugar determinado, asegura el Papa Benedicto XVI en La infancia de Jesús, su más reciente libro que ya circula en todo el mundo en la actual temporada navideña.

Más que como pontífice, Joseph Ratzinger escribió el libro en su condición de teólogo, pues no se trata de un documento del magisterio de la Iglesia sino de un estudio sobre la infancia de Jesús basado principalmente en los evangelios de San Mateo y San Lucas.

Haciendo a un lado su investidura papal, el teólogo Ratzinger afirma en su libro:

Jesús no ha nacido y comparecido en público en un tiempo indeterminado, en la intemporalidad del mito. Él pertenece a un tiempo que se puede determinar con precisión y a un entorno geográfico indicado con exactitud... La fe está ligada a esta realidad concreta, aunque luego el espacio temporal y geográfico queda superado por la resurrección.

Sin abandonar esta perspectiva teológica, agrega:

"Hay dos puntos en la historia de Jesús en los que la acción de Dios interviene directamente en el mundo material: el parto de la Virgen y la resurrección del sepulcro, en el que Jesús no permaneció ni sufrió la corrupción."

Esos dos hechos clave -puntualiza Ratzinger- "son un escándalo para el mundo moderno", puesto que actualmente "a Dios se le permite actuar en las ideas y en los pensamientos, en la esfera espiritual, pero no en la materia. Esto nos estorba. No es éste su lugar".

Sin embargo, el teólogo asegura que aquí estamos ante el "poder creador de Dios, que abraza a todo ser. Por eso, estos dos puntos -el parto virginal y la resurrección real del sepulcro- son piedras de toque de la fe. Si Dios no tiene poder también sobre la materia, entonces no es Dios. Pero sí que tiene ese poder, y con la concepción y la resurrección de Jesucristo ha inaugurado una nueva creación".

Hechas estas puntualizaciones, en La infancia de Jesús -que empezó a venderse en 70 países y 20 idiomas- Ratzinger comienza por analizar el momento en que el ángel Gabriel le anuncia a María que tendrá un hijo concebido por el Espíritu Santo. Será el "Hijo de Dios", un nuevo rey muy distinto a los terrenales y "su reino no tendrá fin", le dice el ángel.

Ratzinger detalla que este reino hoy se extiende "de mar a mar, de continente a continente, de un siglo a otro".

Y agrega: "Este reino diferente no está construido sobre un poder mundano, sino que se funda únicamente en la fe y el amor. Es la gran fuerza de la esperanza en medio de un mundo que tan a menudo parece estar abandonado de Dios... La promesa que Gabriel transmitió a la...

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