Nosotros los jotos / ¿Y si rifan La Revolución?

Unos buenos huevos con chorizo desayunaba Fabián Cháirez en un restaurante de su natal Tuxtla Gutiérrez, acompañado por sus padres, cuando al celular le entró una llamada con lada de Barcelona.

Era el miércoles 8 de este primer mes de 2020. La voz que el artista chiapaneco escuchó al contestar le dijo que el empresario catalán Tatxo Benet estaba muy interesado en comprar La Revolución para su colección de arte que ha sido o querido ser censurado.

Mi buen amigo se encontraba en su tierra por la fiesta de las chuntás, que se celebra en Chiapa de Corzo en memoria del favor que en la época colonial recibió una española, doña María de Angulo, cuando un curandero de la localidad sanó a su hijo enfermo. Como acción de gracias, la noble dama salió en compañía de sus sirvientas -las chuntás- a repartir víveres entre sus vecinos más necesitados.

Esa misma noche, Fabián se travistió para salir a dar gracias, como tradicionalmente hacen los chicos, gays y no gays, de la pandilla de la Tía They, que representan a las chuntás. Van en procesión, bailando y agitando la sonaja llamada chinchín, a visitar los coloridos altares domésticos de vírgenes y santos como el guapo San Sebastián (cuyo día se celebró ayer).

Por su edad, la Tía They sigue la procesión en coche, así que Fabián, engalanado con una blusa bordada de flores, se acercó a la ventanilla para saludarla. Tía, ¿cómo está? ¿Se acuerda de mí?, le dijo el bien maquillado muchacho. Tú eres el del cuadro, ¿verdad?, le respondió la querida mujer y descendió del automóvil para retratarse con el artista que, siguiendo su soberano gusto, feminizó la imagen del macho por antonomasia.

Justo una semana después, lágrimas lloraron mis ojos de joto al leer la noticia de que dejaría México el polémico cuadro de 30x20 cm. expuesto en el Palacio de Bellas Artes, como una de las 141 obras de Emiliano. Zapata después de Zapata.

Honestamente tengo sentimientos encontrados, le escribí de inmediato a Fabián: Es evidente que el cuadro estará en un contexto ideal, pero me duele que se vaya de México, donde lo defendimos.

Te entiendo, corazón, respondió Fabián a mi dolido WhatsApp, pero nuestra lucha no será en vano. Se refería a que es emblemática la colección que desde 2018 reúne Benet, porque incluye piezas de grandes firmas internacionales, como el chino Ai Weiwei y el estadounidense Robert Mapplethorpe, que fueron rechazadas por las instituciones o el público. Y con ese acervo proscrito, el empresario de los medios de...

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