Nosotros los jotos / Tiburón a la vista

"Fina: No te avisé mi salida por la violencia con que me vine. Pronto nos veremos en casa. Recuerdos, Enrique".

La despedida está fechada en Cuyutlán el 26 de marzo de 1921. Con letra que efectivamente denota urgencia, se conserva escrita en el reverso de una fotografía en blanco y negro, tamaño postal, tomada en una playa de arena oscura que seguramente corresponde a esa localidad de Colima, frente al Pacífico mexicano.

¿Cuál de las tres mujeres que posaron con frescos pero elegantes vestidos, dos de ellas con sombrilla en mano, sería Fina? ¿Y quién era Enrique entre los cinco muchachones que se ven en recatado traje de baño típico de la época, con la camiseta integrada al calzón? ¿Qué obligó al firmante a irse precipitadamente: un negocio o la inesperada noticia de la enfermedad de un familiar? ¿Qué relación tendrían Finita y Quique?...

Las preguntas me surgieron al limpiar y estudiar esta foto de grupo, un ritual que, lupa en mano, realizo muy emocionado en casa, la mayoría de los fines de semana después de visitar la Lagunilla y otros mercadillos de chácharas y antigüedades en busca de fotografías del ayer. Ya te lo he contado en otras ocasiones, querido lector, y compartido aquí una que otra pieza rescatada del polvo del olvido.

Hace unos días tuve noticia por un tuit de mi querido amigo Ernesto Reséndiz Oikión, que en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo se había presentado la exposición "Bañistas. Fotografías encontradas, 1880-1963", con la colección de un crítico de arte, Xosé Manuel Buxán. Las cerca de 100 imágenes que se expusieron al público español entre junio y noviembre del año pasado, mostraban hermosos hombres a la orilla del mar, la alberca o algún río, sólo cubiertos por un bañador, muchas veces reveladoramente ceñido, y fueron reunidas por Xosecito en "rastros" o "mercados de pulgas" europeos con la misma mirada homoerótica -o paquetera- con la que yo voy de "pesca" dominical en la muy noble y corrupta Ciudad de México.

Una búsqueda en internet me reveló que el también académico de Bellas Artes en la Universidad de Vigo, es activista LGBT y tiene sólo dos años más que Yolis, ya que nació en 1964 en el País Vasco.

Es un hecho que igualmente compartimos gustitos de mariscos retorcidos por chile con limón, pues escribo estas líneas rodeado de un centenar de imágenes de bañistas mexicanos y uno que otro extranjero que están en mi colección de galanes. Las he espulgado ensuciándome las manos entre montañas de fotos y...

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