Nosotros los jotos / El triunfo de Monsi

Beatriz Sánchez Monsiváis chuleó mi camiseta plagada de rostros gatunos. Me la puse, le expliqué, en homenaje a su primo, nuestro Carlos Monsiváis, tan amante de los gatos y defensor de los animales y otras muchas causas como el respeto a la diversidad sexual.

El sábado, en la regia terraza del Museo del Estanquillo que custodia y organiza exposiciones con los miles de objetos que coleccionó Monsi, el Trío Siluetas cantaba esos boleros románticos y de despecho que tanto le gustaban.

En el edificio de enfrente, sobre la calle de Madero, el enorme reloj de la antigua joyería La Esmeralda marcaba las 7:30. Las campanas del templo de la Profesa, que a lo largo de la tarde habían vibrado mientras varios amigos del escritor ponderaron su herencia cultural, ya guardaban respetuoso silencio.

Doña Beatriz -discretas perlas en aretes, gargantilla y pulsera-, acababa de cortar entre aplausos un pastel cubierto de chocolate que decía "Felicidades Monsi. 80 Años". Su hermana menor, Araceli, dejó el bastón para ayudarla a repartir los platitos desechables como si estuvieran en la sala de su casa en la Portales, donde también vivió el célebre cronista de la cultura popular, fallecido el 19 de junio de 2010.

Los primeros en recibir su rebanada rellena de fresas fueron los dueños de la galería de arte Arvil, Armando Colina y Víctor Acuña, pareja que preside la Asociación Cultural El Estanquillo y custodia el patrimonio en "tercera dimensión" de Monsi, con más de 20 mil objetos entre fotografías, carteles, documentos, maquetas, miniaturas, títeres...

"Dejó un gran legado a la familia, ayer lo recordamos con gratitud y mucho cariño", respondió la prima Betty a una pregunta obligada por el onomástico de Monsi, que fue el viernes 4.

"Su ausencia nos da añoranza porque era el gurú de la familia, nos enseñaba desde pequeños con lecturas, a escuchar música, nos participaba sus ideas, escuchábamos sus programas y siempre nos reíamos con sus chistes y bromas".

Lo mismo podríamos declarar muchos mexicanos, como una familia extendida a la que también dejó un gran legado. De ahí el título de la celebración de su natalicio, "Hay ausencias que triunfan...", una frase del bolero "El andariego" con el que se arrancó el trío después de uno de los más emotivos momentos del homenaje, protagonizado por Consuelo Sáizar y su pareja, Julia de la Fuente.

Invitada a decir unas palabras por el director del Estanquillo, Henoc de Santiago, la ex presidenta del Conaculta (hoy...

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