Nosotros los jotos / Ubi Baccus regnat...

El Tom's es el bar gay de mi barrio, la Condesa, en la muy noble y putañera Ciudad de México. Junto a la librería Porrúa, su discreta entrada está en el número 357 de Insurgentes. Como tiene 18 años, el lugar podría considerarse un adolescente sombrío y libidinoso que atrae a una gama variopinta de adoradores del falo.

Los martes es su día, por las varias cervezas a las que da derecho un cover sin pretensiones, pero a mí me gustar ir en domingo, como si el tercer mandamiento dictara: "Santificarás las fiestas en el Tom's".

Como antes de las 22:30 hrs. la entrada es libre, después de un día en el que estuve pedaleando por Reforma con el gozo de encontrar amigos y babear con los Apolos que se ejercitan sin camisa, en la noche me da mucha sed y me digo: "Vayamos, Toñito, a tomar unas cerves refrescantes y a empezar la semana con la bendición del señor y sus santos óleos".

Después de una amable revisión, se entra a un ambiente en penumbra, iluminado con unos cuantos cirios y candelabros ubicados sobre las barras de metal, y también por los monitores donde se proyectan videos de arte... pero del arte de jugar a los espadazos.

Escasos pero resueltos colegas ocupan los altos bancos, por eso me gusta ir en día santo, pues los martes y fines de semana hay demasiada gente y yo ya no estoy para rozoncitos al paso.

De planta más larga que ancha, tiene arcos ojivales de doble altura, como lúgubre catedral gótica, que junto con banderas y águilas heráldicas le dan su sello leather, aunque la mayoría de las noches no hay fetichistas del cuero y parece un salón de té por las comadritas posudas en suéter de Zara que bailan muy torcidas.

"Cariño: Hasta Thalía te envidiaría, pero aquí no se baila; se mira el horizonte con cara de cabroncito y la botella de cerveza empuñada con decisión, muy cerca de la bragueta", me gustaría decirles, pero cada quien sus requiebros y yo no soy Kalimán para dar ejemplos de virilidad.

Acostumbro sentarme a unos metros del acceso al "baño" para checar si entra algún prospecto a su "recibidor" en tinieblas, que tiene vericuetos donde ocurren cositas ricas que no te tengo que describir, querido lector, porque tu mente calenturienta ya se las imaginó, incluso conmigo como protagonista. Bueno, pues sucede eso que pensaste y más...

De repente, Lady Gaga enmudece y suena un aria de ópera con María Callas, señal de que uno o varios estreaper...

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