Nosotros los jotos / ¡Vámonos a la goma!

Llegué al bar temprano, cuando estaban fotografiando a un perro anaranjado. Sobre la tarima preparada para el Mr. Rubber México 2019, el muchachón con máscara canina posaba enfundado en un traje de goma color cítrico para la cámara de un joven que, muy profesional, hasta luces había levado.

Luego subió al improvisado set de foto uno de los invitados estelares de la noche, cuyo traje advertía en la espalda "Mr. Rubber Spain 2018", y era amarillo y rojo como la bandera española. Su nombre es Jorge Doal, 41 años y originario de Portugal, pero con tres lustros de residir en España y, casualmente, ex marido de un mexicano, con quien estuvo 12 años.

Más tarde, en entrevista, me contó que el fetichismo por las prendas de goma o látex empezó en sus lares hace unos seis años y no en Madrid, la capital, sino en Barcelona. La rubber ibérica es una comunidad pequeña pero entusiasta y en expansión, al igual que la mexicana. Ambas se han propuesto dar visibilidad a una filia de mucho lustre y destellos lúbricos, al tiempo que explican que este tipo de prendas asociadas a las prácticas sexuales no son propias de "degenerados" sino que les agregan un toque de fantasía, sensualidad y juego placentero.

Desde antes de las 9:30 de la noche del sábado, en la media luz del reservado del Tom's Leather Bar los pantalones, shorts, playeras, camisas y hasta calcetines de goma relucían en los hombres, mayoritariamente jóvenes, que acudían al certamen organizado por tercer año consecutivo.

Raoul Kinshi, luciendo casaca de gala tipo militar color blanco con botonadura plateada, aún coordinaba con Rubber Fenix y su equipo los últimos detalles, así que aproveché para hablar con los tres candidatos a portar la banda que entregaría el míster saliente, Joel Alexander Solís.

A Smoky Hod (Ángel Alberto Ortega Bernal), 25 años, chilango, con estudios de preparatoria y hoy desempleado, le gusta la goma por su sensación única al tacto. Yo deslicé mañosamente la mano por su costado y piernita, y vaya que tuve que refrenar las ganas de recorrer toda esa segunda piel color yema tierna ("¡Al de amarillo me lo atornillo!", pensé, pero estaba trabajando).

"Además te hace buena figura", agregó el concursante más joven, quien me había llamado la atención por su espigado cuerpo.

De ganar el certamen, su propósito era similar al que luego me comentaron los otros dos contendientes, y que sintetizó muy bien Derek Ferrer (Abraham Ferrer Cancino): "Rubberizar la República Mexicana". En otras...

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