La jugada de Cristina

AutorFrancisco Olaso

BUENOS AIRES.- Cristina Fernán dez de Kirchner y sus más cercanos colaboradores entraron para encabezar el acto en el salón de ceremonias de la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino. Frente a ellos había un auditorio repleto de funcionarios, militantes peronistas, empresarios y reporteros.

La locutora de la casa de gobierno se ahorró la presentación y el saludo de bienvenida. Fue directamente al grano: "Título 1, capítulo único: de la soberanía hidro-carburífera de la República Argentina...", alcanzó a leer.

Fue interrumpida por una ovación. En los días previos a ese lunes 16 habían circulado toda clase de rumores sobre la participación de Repsol en YPF. Los presentes en la sala, acostumbrados a este ritual de anuncios del gobierno, supieron que la decisión estaba tomada. La gestión del consorcio español Repsol al frente de la petrolera argentina Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) había terminado. "¡Cristina corazón, acá tenes los pibes para la liberación!", brotó el cántico desde el fondo de la sala. Un tono revolucionario típico de los setenta, que renació a su manera en la era inaugurada en 2003 por Néstor Kirchner. Lo entonaban los jóvenes de La Cámpora, la agrupación que es cantera de cuadros del Frente para la Victoria, el sector del peronismo que hoy gobierna Argentina.

La Cámpora suele dar color festivo a los actos oficiales. Es dirigida por Máximo Kirchner, hijo de Néstor y Cristina. La presidenta pidió silencio a quienes coreaban las consignas.

La locutora continuó con la lectura del proyecto de ley que el Poder Ejecutivo enviará al Congreso. Allí se propone la expropiación de 51% de las acciones de la petrolera argentina que están en manos de Repsol.

La participación en YPF de la multinacional española queda reducida a 6.5%. El Grupo Petersen, a cargo del empresario argentino Sebastián Eskenazi, conservará su participación accionaria de 25.5% pero será desplazado de la gestión de la firma.

Lo mismo pasa con los inversores minoritarios que poseen el restante 17% de las acciones.

"No hemos afectado a aquellos que con buena fe compraron acciones en la bolsa (de valores) ni de ningún otro socio", justificó más tarde la mandataria.

El Estado recupera así el control de YPF después de 13 años. Lo hizo de hecho esa misma tarde interviniendo la compañía. Del paquete expropiado a la multinacional española, 51% va a quedar en manos del Poder Ejecutivo y el resto pasará a las provincias petroleras. YPF es el principal operador del sector. Extrae 34% del petróleo y 23% del gas natural, posee 51.7% de la capacidad instalada de refinación de crudo y 55.2% de la oferta de combustibles líquidos de producción argentina.

La medida recibió el inmediato apoyo de la Confederación General del Trabajo, la Central de los Trabajadores Argentinos y el sindicato de petroleros. YPF es para muchas generaciones de argentinos sinónimo de soberanía económica y...

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