Justicia póstuma

AutorIrene Savio

ROMA.- El 11 de septiembre de 1973, el día en el que Augusto Pinochet encabezó el golpe de Estado en Chile, Juan José Montiglio Murúa fue arrestado por los golpistas en el Palacio de la Moneda. Lo encarcelaron y desapareció. Su culpa: ser militante del Partido Socialista chileno y, sobre todo, ser uno de los guardias personales del presidente Salvador Allende.

Catorce años después, en otro país, Argentina, a la maestra de primaria María Victoria Mojano Artigas le surgió una sospecha: que los que se ostentaban como sus padres biológicos en realidad no lo fueran. El presagio resultó cierto. María Victoria había sido entregada a su familia adoptiva tras nacer en un centro de detención en el que estaban encarcelados sus padres, quienes desaparecieron.

Historias de desaparición forzada y homicidios sistemáticos integran el procedimiento penal 2/12 R.G, con base en el cual el Tribunal de Roma emitió la semana pasada el primer veredicto en Europa contra 27 imputados por el llamado Plan Cóndor que ideó el dictador chileno Augusto Pinochet.

De acuerdo con lo establecido por la Corte italiana, ocho exmilitares y exjefes de gobierno latinoamericanos fueron condenados a cadena perpetua y 18 absueltos "por falta de pruebas". El fallo se dictaminó por la persecución y eliminación física de 43 víctimas italolatinoamericanas, asesinadas precisamente durante la sistemática represión llevada a cabo por las dictaduras de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay en los setenta y ochenta.

La sentencia italiana

Casi cuatro décadas después de aquellos hechos "la justicia penal italiana dio el primer reconocimiento en Europa de que el Plan Cóndor existió y fue una operación criminal que llevaron adelante jefes de gobierno con la intención coordinada de exterminar la oposición en sus países", expresó el abogado Arturo Salerni, uno de los promotores del proceso.

"Fue un juicio muy difícil, que requirió de mucho tiempo y muchas autorizaciones, pero el resultado conseguido es único", subraya a Proceso Mario Angelelli, otro de los letrados de la causa y quien en 1999 fue de los primeros en representar a los familiares de las víctimas.

"Ha habido un resultado, pero sólo parcial, pues hubiera sido más justo incluir en la sentencia la represión ocurrida durante el primer golpe de Estado, que fue en Brasil en 1964", matizó por su parte Alejandro Montiglio. Este último, hijo del fallecido Juan José Montiglio, obtuvo, no obstante, cierta justicia postuma...

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