Kiev se desdibuja

AutorPatricia Lee Wynne

Año tras año el 1 de Mayo inaugura casi 10 días de fiesta que culminan el viernes 9, fecha de la celebración no religiosa más importante en las antiguas repúblicas soviéticas: la capitulación de Alemania y el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

Más que un día de protestas, el 1 de Mayo es considerado el verdadero día de la primavera, con sus tibios soles y sus agradables temperaturas, que invitan a pasear por los parques y organizar días de campo para comer shashlik (brochetas).

Por primera vez desde la desaparición de la Unión Soviética, este 1 de Mayo se festejó en la Plaza Roja de Moscú con decenas de miles de manifestantes. La diferencia fue que en vez de los tradicionales símbolos soviéticos de la hoz y el martillo o banderas rojas -ya en desuso-, la gente portaba en sus pechos la cinta de San Jorge, de colores negro y anaranjado, el símbolo del renaciente nacionalismo ruso ante la reincorporación de Crimea y la crisis en Ucrania.

La cinta, que en estos días adorna las solapas de los funcionarios, las antenas de los automóviles y hasta los collares de los perros, ha logrado sobrevivir todas las épocas históricas.

Catalina la Grande creó en 1769 la Orden de San Jorge como una condecoración para quienes se distinguían en el combate por su valor y valentía. La orden desapareció con la Revolución de 1917, pero volvió en 1943 como Orden de la Gloria, para quienes se destacaron en "hechos gloriosos de coraje y temeridad en la batalla por la patria soviética" durante la Segunda Guerra Mundial.

Así que Rusia se prepara para otra gran celebración este viernes 9: el Día de la Victoria.

Como todos los años, en los parques y plazas los veteranos de guerra saldrán a pasear con sus medallas, mientras los puestos ambulantes venderán la popular kasha de trigo sarraceno, la que alimentó al país durante la Gran Guerra Patria, y las llamas en la Tumba del Soldado Desconocido que arden en todos los pueblos soviéticos se llenarán de flores. Es que los horrores de la guerra están tan frescos en la parte occidental de la antigua Unión Soviética, que el triunfo sobre los alemanes es considerado un acontecimiento fundacional. Es su segundo nacimiento.

Esta vez el imponente desfile militar en la Plaza Roja y los 69 aviones que sobrevolarán el cielo moscovita (por los años que han pasado desde 1945) enviarán un mensaje de fuerza a Occidente, después de que el segundo funcionario de más alto rango de la OTAN, Alexander Vershbow, declaró este jueves 1 en...

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