"Kiko" Vega se dispone a sepultar al PAN en Baja California

AutorÁlvaro Delgado

Tres décadas de hegemonía del PAN en Baja California se derrumban en medio de violencia, corrupción, impunidad y crisis económica, que con el actual gobierno de Francisco Kiko Vega de Lamadrid han llegado a los peores niveles, mientras que Morena paladea el poder tras arrasar en todo el estado en la elección de julio y ya con Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República.

Ganar Baja California es, para Morena, otro símbolo de la derrota del ciclo neoliberal y del cogobierno del PAN con el PRI iniciado con Carlos Salinas, en 1988, mientras que para el panismo representa la defensa de su primera gubernatura, que le abrió la puerta al poder presidencial que conquistó en el año 2000.

Tan estratégica es esta elección que el presidente del PAN, Marko Cortés, asumió la coordinación general de la campaña y se instaló en el estado hasta el 2 de junio, cuando concluya este proceso. Se trata de su primer reto como dirigente, después de que Ernesto Ruffo -quien ganó en 1989 la primera de las cinco gubernaturas panistas- lo calificara de "espurio".

Además del desgaste de 30 años de gobiernos ininterrumpidos, el PAN enfrenta el desprestigio de Vega de Lamadrid, amigo íntimo de Santiago Creel -el mentor de Cortés-, y carece de figuras competitivas para retener la gubernatura, que será de sólo dos años.

La principal apuesta del PAN, el exalcalde de Tijuana Jorge Ramos Hernández, perdió la senaduría ante el empresario Jaime Bonilla Valdez, uno de los más firmes prospectos de Morena para la gubernatura, y ya no quiere ser candidato. "No está en mis planes", revela a Proceso el secretario de Buen Gobierno del CEN panista, una cartera que le creó Cortés.

-¿Descarta, entonces, ser el candidato del PAN?

-Sí, absolutamente, aun cuando las encuestas me colocan en un primer lugar entre los aspirantes panistas.

Pese a que el PAN abrió a la militancia la elección de su candidato, los prospectos son de muy bajo perfil y están vinculados al gobernador acusado de corrupción e ineptitud, por lo que se explora postular a un externo, que podría ser Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

Pero ni siquiera este empresario quiere ser el candidato del PAN a gobernador, como le aseguró al reportero poco antes de su reelección como presidente de la cúpula empresarial que ha sido semillero de cuadros de ese partido desde la década de los ochenta.

De lo que no hay duda es de que el PAN usará todos los recursos para retener la gubernatura, y ganar los cinco municipios y el Congreso, a pesar de que las encuestas lo colocan con una desventaja de hasta 30 puntos ante Morena, y con el PRI como fuerza marginal, pese al poder económico de Jorge Hank Rhon.

"Diciendo la verdad, estamos enfrentando el reto de 30 años de desgaste, pero al mismo tiempo ahí está nuestra área de oportunidad", razona Ramos, quien dice que el PAN apuesta a que la población recuerde cómo en este lapso...

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