Kushner y el rey

AutorJohn M. Ackerman

Estos airados reclamos de parte del presidente de los Estados Unidos demuestran que el gobierno de López Obrador se ha mantenido firme en su resistencia a las fuertes presiones de Washington para cerrar nuestra frontera sur con Guatemala, así como realizar detenciones masivas de los centroamericanos que atraviesan el territorio mexicano hacia el vecino país del norte. Trump se enoja, se frustra y grita frente a la negativa del nuevo gobierno a dar continuidad a las políticas entreguistas de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray en que el Instituto Nacional de Migración, la Policía Federal y las Fuerzas Militares se dedicaban a hacer el trabajo sucio a Washington.

El gobierno mexicano ha cambiado 180 grados su estrategia hacia los migrantes. En lugar de reprimir, controlar y deportarlos, hoy se les acompaña, se les apoya y se les busca trabajo y bienestar.

La estrategia de López Obrador es absolutamente transparente para quien la quiera ver. Quiere simultáneamente evitar los conflictos personales estériles; de ahí su ecuanimidad tuitera y su cena con Kushner, y garantizar la plena soberanía y autodeterminación del Estado mexicano. El presidente mexicano sabe perfectamente bien que si se desgasta en pleitos discursivos en las redes sociales será más difícil avanzar en el terreno, mucho más importante, de las políticas públicas.

Lamentablemente, en lugar de atender el fondo de la cuestión, la mayor parte de la prensa nacional prefiere fijarse solamente en la superficie. En su desesperación por construir un relato de supuesta continuidad entre Peña Nieto y López Obrador, insiste una y otra vez en que existiría alguna similitud entre la recepción oficial de parte del gobierno de Enrique Peña Nieto al yerno de Trump en Los Pinos, así como su vergonzosa condecoración con la Orden del Águila Azteca, y un encuentro informal durante horarios de descanso entre López Obrador y Kushner.

Pero lo más importante es que la forma totalmente distinta entre los dos encuentros refleja una profunda discrepancia de fondo. Mientras Peña Nieto actuaba como un perro faldero de Trump, con respecto a los migrantes, las drogas y Venezuela López Obrador defiende firmemente la soberanía de México y de todos los pueblos de América Latina.

Algo similar pasa con respecto a la cobertura mediática del intercambio entre López Obrador y el rey de España. El pasado 1 de marzo el presidente mexicano envió una carta diplomática al rey Felipe VI invitándolo, con enorme respeto y...

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