Las lecciones del agua

"Gilberto", "Emily", "Álex" y hace días "Fernand".

Los nombres de estos meteoros están escritos en la memoria de los regios, pero la compleja relación entre las lluvias y la Ciudad, comenzó desde la fundación de esta última, en 1596.

"El mayor atractivo para la ubicación de los primeros asentamientos que pretendían la fundación de Monterrey era justamente la calidad y la abundancia de agua", señala Víctor Cavazos, arquitecto e investigador de patrimonio cultural.

"Sin embargo, un factor proveniente de lejos, como las tormentas del Golfo de México, hizo que los pobladores descubrieran los riesgos de las abundantes precipitaciones".

En 1611, 15 años después de que Diego de Montemayor realizó la tercera fundación de la Ciudad, los Ojos de Agua de Santa Lucía se desbordaron.

"Las aguas del Santa Lucía derribaron 'la mitad de las casas' de la Ciudad. Se hizo entonces necesario mudarla hacia el sur, en la parte alta", escribió el historiador Israel Cavazos (1923-2016) en EL NORTE en 1995.

Otra página trágica en la historia regia se escribió con la inundación de 1909, donde desapareció parte del Barrio San Luisito (hoy Colonia Independencia) y murieron más de 4 mil personas.

En otros años, como en 1636, 1642, 1644, 1648, 1775, 1825, 1881 y 1933, las corrientes también pusieron en riesgo zonas colindantes al Río Santa Catarina. En conclusión, dice Víctor Cavazos, los regios saben que, con las tormentas, el agua reclama lo suyo.

APRENDIZAJE PENDIENTE

Planear una ciudad consciente de los cauces naturales del agua es una tarea pendiente para autoridades y desarrolladores, argumenta Iván López, doctor en geografía.

"Lo interesante no es que desde su fundación Monterrey es susceptible a inundaciones, sino que en sus más de 400 años no se han encontrado las medidas adecuadas para prevenirlas", explica quien ha realizado estudios sobre el crecimiento de la metrópoli regia.

"El Gobierno tiene la obligación de permanecer con esa memoria y de aplicarla en la planeación urbana".

López agrega que hoy todavía se construye y se habita en...

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