Leticia Servín canta a Sor Juana

AutorRoberto Ponce

Fruto de una familia musical campesina, la cantautora, actriz, multiinstrumentista, dramaturga y conductora Leticia Servín confiesa orgullosamente que ha sabido ganarse la vida desde los siete años, cuando decidió ayudar en la milpa a sus padres y abuelos maternos del ranchito La Huacana, en Michoacán.

“Yo había nacido en el D. F., pero a los siete años nos fuimos al rancho, mi mamá María Elena se puso enferma mucho tiempo y la cuidé con mis dos hermanos y papá, allá no había luz y yo recuerdo que iba por velas o pan siempre cantándole a las vacas. A los ocho años llegué a la casa con tres conchitas y un refresco, por haberle cantado la canción de ‘La basurita’ al panadero, quien me oía canturrear en mis caminatas. Me di cuenta entonces que la música puede ser un arma sanadora, y también una moneda.”

Cuando cumplió 18 ingresó al Conservatorio de las Rosas en Morelia, estudiando canto operístico con la profesora Guadalupe Góngora, y piano, guitarra, historia y teoría musical, entre 1993 y 1997.

Toca además jaranas y ukulele.

“Allá hice mis primeros dos discos independientes, Taciturna y Gatos, aunque para el tercero de 2001, Mundomatraca, con video de Alejandro Ramírez, decidí invitar a mis compañeros del Conservatorio de las Rosas, un disco hermoso. Entonces escribí Caballeros, pieza cómico-teatral.”

De 2003 a 2004 tomó un taller de jazz con Iraida Noriega y Bobby Mc Ferrin. Con su banda Los Aliados (Yuri Nilo, Bernardo Castillo y Porfirio Almazán) viajó a Alemania, donde compartió escenarios con Susana Harp y Javier Nandayapa, en 2004.

Grabó Sueño Rock y realizó su primera gira por América Latina. El conjunto argentino-mexicano La Lengua la llamó a la banda sonora de la película Las buenas hierbas, de María Novaro, por la cual obtuvo premio a Mejor Música Original en el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana, Cuba.

Ha actuado en los cortometrajes Solicitamos asesinos (2000), Prohibido prohibir (2003) y No yo (2004), aparte de producir la música para el documental María en tierra de nadie (2010) de la salvadoreña Marcela Zamora Chamorro sobre la migración; El hilo de la memoria, de Mariana Xochiquetzal Rivera García, y Retejiendo la casa de las artesanías (2016) en torno a las tejedoras de Xochistlahuaca, Guerrero, con Josué Vergara.

“Después grabé Flores, soy de esos millones de artistas que sueñan rock y aquí sigo, respondo a una generación que creció con canciones de David Haro, Marcial Alejandro y los...

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