Línea 10

SI UN EMPLEADO de cualquier empresa trabajara sólo dos días a pesar de que le pagan el mes completo, lo más seguro es que sería despedido. ¿Cierto?

Pues eso no sucede con los diputados del Congreso de la Unión, a los cuales se les nota que tienen la chamba y el sueldo asegurados por tres años.

Como triste botón de muestra está lo que sucedió ayer en San Lázaro: a punto de concluir el periodo ordinario de sesiones -al que dejaron ir sin lograrse poner de acuerdo en nada-, los diputados quisieron sacar todo el trabajo pendiente.

Presentaron 46 iniciativas, 50 puntos de acuerdo, 8 solicitudes de excitativa, 4 temas de agenda política, 8 dictámenes de primera lectura y 7 más para discusión. ¡Ufffff!

Lo peor de todo es que las reformas estructurales de las que tanto se ha hablado no aparecen en ninguno de esos bomberazos legislativos.

A QUIEN hay que ponerle la lupa estos días es al diputado federal José Agustín Ortiz Pinchetti que, para más señas, era secretario de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Resulta que el panista Federico Doring pretende empujar una iniciativa en la Comisión del DF para reformar el artículo 122 de la Constitución.

El objetivo de esta reforma es que el gobierno capitalino asuma el costo de la educación básica, que hasta ahora paga el gobierno federal, por lo cual López Obrador estaría obligado a aportar al menos 3 mil millones de pesos.

Para convencer a los diputados de otros partidos, los panistas argumentarán que ese ahorro se iría al Ramo 33, lo que significaría más dinero para los estados.

Ante...

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