Línea 10

El que anda que no lo calienta ni el sol azteca es Jorge Legorreta.

Y es que apenas tenía un par de semanas de haber entregado el changarro, cuando su nombre era invocado de nuevo.

El ex delegado en Cuauhtémoc es nombrado constantemente en el asunto del fatal incendio del Lobohombo.

Unos dicen que ya había clausurado varias veces el fatídico lugar y que los jueces le dieron palo.

Sin embargo, otros dicen que sus empleados ya no hacían mucho por cerrar los giros negros y preferían hacerse de la vista gorda.

Como muestran ponen la declaración de los jueces federales en el sentido de que el Lobohombo no estaba amparado y pudo haber sido cerrado desde hace un par de meses.

Además, presentaron la documentación correspondiente, firmada por Legorreta, donde se ratificaba su licencia de operación.

Don Jorgito, el urbanista, es conocido por su afición a la vida nocturna, e incluso era dueño de una empresa que organizaba tours a los giros negros de la Cuauhtémoc.

Dicha empresa hizo una pausa cuando su dueño asumió la delegación, pero desde entonces sonaba contradictorio que alguien pudiera combatir los antros, sí estos eran los lugares que él explotaba turísticamente.

Como quiera, mientras son peras o manzanas, algunos piensan que Legorreta debería dar la cara.

Después de niño ahogado...

Ahora resulta que luego de la quemazón que dejó una veintena de muertos en el Lobohombo, la jefa de gobierno recorrerá los antros de la ciudad para checarlos.

Interesante será observar cómo reciben a Rosario Robles en los centros nocturnos de la ciudad.

Aún cuando les está avisando...

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