Línea 10

QUIENES ANDAN diciendo que la Delegación Tlalpan a cargo de Guillermo Sánchez los obliga a aportar recursos al Fideicomiso para el Bienestar Social y el Buen Gobierno de esa demarcación o de lo contrario les clausura sus tiendas, de plano no saben cómo opera el fideicomiso.

Y es que las autoridades delegacionales no tienen nada que ver con el asunto, pues se trata de una entidad privada manejada por ciudadanos en la que los aportantes deciden cómo se gastan sus donativos.

Por eso causó extrañeza y preocupación que en la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales se dijera que una tienda de Office Depot había sido cerrada a la mala por no aportarle a ese fondo.

Lo cierto es que la sucursal en cuestión sí traía un problema administrativo que ocasionó su clausura que, por cierto, ya fue subsanado.

¿A poco la acusación contra el fideicomiso se lanzó para presionar a las autoridades y lograr una pronta reapertura de la tienda?

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QUIENES se sienten victimizados son los escoltas de la ex subprocuradora de Atención a Víctimas del Delito, Bárbara Yllán.

Los agentes aseguran que a la ex funcionaria de la PGJDF en la época de Bernardo Bátiz le parece insuficiente que la cuiden en todos los lugares a donde va; y para "compensar", Yllán los manda a que lleven y traigan a sus hijas del colegio y hasta a que hagan las compras en el súper.

Como quien dice, la también académica experta en temas de género y violencia salió ganona...

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