Línea 10

La suerte de los magistrados... los científicos la desean.

Mientras a los investigadores del Conacyt se les cancelan viajes al extranjero para evitar el turismo político, en la CDMX podría haber un caso de turismo judicial.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Rafael Guerra Álvarez, está por regresar de una visita de cuatro días al Vaticano, donde participó en una cumbre de jueces.

Salvo que haya tenido una agenda privada muy productiva, hasta ahora no se ve cuál pueda ser el beneficio real (no rollero) que traerá para los capitalinos la escapada.

Hay quien dice, incluso, que la única interesada en que acudiera era Rosi Orozco, quien cabildeó para gestionarle la invitación -¡qué casualidad!- poco después de que el TSJ le reconoció su activismo con una medalla.

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