Línea 10

Como los ríos de Tabasco, desbordados, así se ve el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ante la catástrofe que se vive en su estado natal: un Presidente desbordado por la crisis y, peor aún, sin siquiera saber cómo enfrentarla.

Hoy por hoy los tabasqueños dependen de dos cosas: de la experiencia de las Fuerzas Armadas atendiendo desastres... y de la Divina Providencia para que no siga lloviendo en pleno noviembre. Sorpresivo y revelador fue ver al Presidente abandonar el lugar apenas después de haber atisbado la magnitud de la tragedia desde un helicóptero. Mejor se regresó a la grilla en Palacio Nacional y tardó toda una semana para volver a Tabasco.

Y no es que sea de mucha ayuda la presencia de funcionarios en una zona de desastre, pero como que tendría que echarse a...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR