Una línea de muerte

GUADALAJARA.- En vez de dejar refrescos, se llevó un susto.

Ayer, el repartidor de una empresa refresquera llegó a surtir una bodega de autoservicio en la Colonia Tetlán y descubrió el cadáver de un hombre colgando en una malla ciclónica.

El supermercado abre a las 7:00 horas, según recordaron empleados, pero nadie se había percatado del cuerpo hasta que llegó el proveedor y se estacionó en la zona destinada para su labor.

El cuerpo estaba junto a la barda de la tienda, encima de una malla que ya estaba rota y que permite la entrada de la calle hacia el negocio, aunque está alto si alguien se quisiera brincar.

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