Línea10

El de Javier Duarte es un todo un caso de estudio del comportamiento humano. Con tantos expedientes abiertos, ¿cómo diablos anda tan tranquilo el veracruzano?

Al Gobernador y a su familia los investiga el SAT; se reveló que es "heredero" de la fortuna de uno de sus amigos; se comprobó que su gobierno le compró a decenas de empresas fantasma; sus cuentas públicas presentan múltiples irregularidades; ha inaugurado obras que en realidad están inconclusas; y hasta su propio partido lo ha repudiado. Y, sin embargo, anda tan campante.

Hay quienes se preguntan si la red de protección de Duarte no está por debajo de él, sino, en realidad, por encima. Eso significaría que en las altas esferas gubernamentales lo rechazan de dientes para afuera, pues en el fondo lo protegen.

Los más enterados comentan que, más de una vez, el ex todopoderoso Luis Videgaray andaba cabildeando asuntos relacionados con Veracruz. ¿Será por eso que Javier Duarte no se inquieta pese a las evidencias en su contra? Es pregunta.

Mientras unos le hacen el feo a lo mexicano, Michelle y Barack Obama le hicieron los honores a las tlayudas, las tostadas y las carnitas.

Fieles a su costumbre de darse una escapada cuando...

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