Llevan la fiesta en paz

Las diferencias de las que muchos hablan son sólo en el escenario del musical Jesucristo Súper Estrella, porque afuera Beto Cuevas y Érik Rubín llevan la fiesta en paz.

Los rockeros echaron ayer por tierra la supuesta rivalidad que se ha rumorado en la prensa, al asegurar que entre ellos hay una genuina amistad.

"Sí hay (rivalidad), pero no entre Érik y Beto, es entre Judas y Jesús", comentó Beto, quien esta noche se presentará en la Arena Monterrey junto a Enrique Guzmán, María José, Érik Rubín, Leonardo de Lozanne, Yahir y Kalimba.

"La verdad es que yo me siento absolutamente afortunado de ser parte de esto, además tengo un sentimiento de gratitud muy grande hacia este señor (Rubín) que una de las razones por las que yo estoy acá es por él, porque él pensó en mí en un principio, me llamó y me dijo: 'Estamos haciendo Jesucristo Súper Estrella".

Desde el estreno del espectáculo producido por Alejandro Gou, Érik y Beto han tenido la oportunidad de conocerse y afianzar su amistad.

"Cuando salen cosas (en la prensa) supongo que serán a lo mejor hasta tácticas de marketing para que la gente venga a ver a Judas", expresó el chileno, quien ayer visitó al doctor en Monterrey porque se quejó de molestias en la garganta.

Para Rubín, quien en el 2001 interpretó por primera vez a Judas, aseguró que nació para hacer este personaje.

"Soy otra persona, siento que estoy abordando a Judas desde un lugar con más bagaje...

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