La lucha anticorrupción, en el limbo

AutorArturo Rodríguez García

Apunto de cerrar su segundo año, el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene una ventaja sobre los de sus antecesores: Sin haber creado aún la Comisión Nacional Anticorrupción (CNA) -prometida en su campaña-, deja en el limbo lo que queda de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que ahora carece de marco jurídico.

Con la eliminación del artículo 37 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, que normaba a la SFP, ésta ha quedado sin soporte legal y sujeta a un proceso de reestructuración que se ha prolongado casi dos años. Aun si se creara la CNA, por el tiempo requerido para su puesta en marcha se llegaría a la mitad del sexenio en las mismas condiciones.

Óscar Arredondo Pico, analista de la organización civil Fundar, advierte que a lo anterior se suman una serie de condiciones estructurales en las diferentes funciones de rendición de cuentas, transparencia, auditoría, sancionadoras y penales, que impiden la eficacia del combate a la corrupción.

"Estamos peor que al salir Felipe Calderón: No se ha creado la CNA y la SFP está en el limbo. Quedó viva pero con respiración artificial", dice Arredondo, quien considera que en esto hay intencionalidad.

Fundar es una de las pocas organizaciones civiles en dar seguimiento permanente y hacer estudios especializados en temas como transparencia, combate a la corrupción y presupuesto, entre otros.

"Al desmantelar la SFP y eliminarla de la ley, dejan en estado de indefinición a los órganos internos de control (OIC), cuyos titulares no saben si sancionar o no. Están en un limbo jurídico en espera de que se cree algo que la supla. Hasta psicológicamente los servidores públicos de esas áreas evitan realizar sus funciones tradicionales, pues están trabajando sin base real."

En seguimiento a las declaraciones de Arredondo, Proceso consultó el segundo informe de gobierno, entregado el lunes 1 al Congreso de la Unión. En el resumen ejecutivo entregado al efecto ni siquiera se trató el asunto.

El informe se presentó en gran medida como uno legislativo. Para Peña Nieto, el mensaje que pronunció el martes 2 fue "un ejercicio de rendición de cuentas". De 77 minutos que duró, en 32 habló de las reformas.

El contraste entre el segundo informe de Peña Nieto y el sexto de Felipe Calderón establece diferencias notables en amplitud y datos.

Calderón entregó 34 páginas dedicadas a temas de transparencia, combate a la corrupción y cultura de la legalidad. Peña Nieto apenas seis páginas, en las cuales al menos una está dedicada a "informar" sobre la iniciativa de la CNA, que ni siquiera ha sido puesta a debate y de la cual ya había informado el año pasado.

Según el informe de Peña Nieto, hay un avance: Se sancionó a 14 mil 95 servidores públicos, mientras que en el último año...

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