Macabra confesión

Tras la recaptura y vinculación a proceso de César Armando Librado Legorreta, El Coqueto, durante el proceso para dictarle sentencia, el violador y feminicida relató sin tapujos sus crímenes.

El chofer declaró que cometió el primer ataque sexual y feminicidio el 13 de diciembre del 2011 a bordo del microbús que conducía y en el que a diario recorría el derrotero de Valle Dorado, en Tlalnepantla, al Metro Chapultepec, en el entonces DF.

Su primera víctima mortal fue Blanca, quien tenía 28 años, era abogada y trabajaba como defensora en un albergue para mujeres en Atizapán. Luego de asistir a una diligencia a Villa del Carbón, Blanca subió al microbús de Librado Legorreta.

"Desde que la vi, me gustó, me preguntó si iba hacia Observatorio y le dije que la dejaba en Chapultepec, donde podía tomar otro micro hasta Observatorio. Era mentira", declaró El Coqueto.

Cuando los pasajeros bajaron en el Metro, el chofer convenció a Blanca de que la llevaría a donde podía tomar otro transporte hacia su destino, pero en lugar de eso condujo hacia una calle oscura cerca de Avenida Constituyentes, donde la golpeó, la violó y asfixió hasta matarla.

Su segunda víctima fue una joven de 16 años, Eva Cecilia, quien estudiaba el bachillerato y cuya madre, Amparo, no descansó hasta ver sentenciado al asesino de su hija.

El 26 de noviembre de 2011, Eva pasó la tarde patinando con su novio y sus amigos en Tultitlán, aunque ella vivía en Tlalnepantla. Cerca de las 22:00 horas subió al microbús; su madre le llamó unos minutos después y lo último que supo de ella fue que ya estaba en camino a casa, pero nunca llegó.

"La llevé detrás del Home Depot de Perinorte y le dije: 'Ya valió madres'", refirió el homicida.

La sometió, violó y asfixió. Esa misma noche, América, pareja de Librado, recibió como regalo una plancha de cabello, una cartera y un celular con fotos de la joven, y aunque lo encaró, él negó todo. La mujer conservó el teléfono hasta que policías catearon su casa.

Ninguna celebración era impedimento para que El Coqueto saciara su sed como depredador sexual, hasta en Navidad cometió un feminicidio, el de Dayana.

Ella tenía 23 años, vivía en Cuautitlán Izcalli y trabajaba en una plaza de Lomas Verdes, de donde salió para subir al microbús antes de la medianoche del 25 de diciembre.

"Yo ya había decidido violarla, así que le mentí diciéndole que iba a Izcalli", confesó el asesino.

Luego de que el último pasajero bajó en Lechería, Librado buscó una calle oscura y...

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