Macotelo y cuatro décadas de Minería, "la madre de las ferias"
Autor | Niza Rivera |
A punto de cumplir 40 años, la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) se alza como el encuentro librero de mayor antigüedad en el país y, a decir de su director, Fernando Macotela, ha inspirado ferias como la FIL de Guadalajara y otras de corte más joven como la del Libro Universitario (Filuni).
La Feria de Minería, a celebrar su programación del 21 de febrero al 4 de marzo -con jornadas juveniles del 25 al 27 de febrero y a Nuevo León como estado invitado-, tiene desde la llegada de Macotela, hace dos décadas, un crecimiento y un ritmo que, impulsados por la Facultad de Ingeniería de la UNAM, la hacen un logro 100% universitario.
Según explica Macotela:
"Para mí es plausible y digno de elogio que la Facultad de Ingeniería se haya preocupado y haya tenido la voluntad cultural, política y administrativa de hacer y continuar la Feria con todo y problemas externos e internos, como la huelga estudiantil de 1999 en la UNAM, que fue curiosamente cuando llegué.
Recuerdo que cuando vino el rector Enrique Graue, le impactó tanto que dio instrucciones a TV UNAM para que se cubrieran más actividades, todas las posibles. Le gustó tanto que pensó que se debían hacer más actividades similares, y de ahí surgió la Filuni que se hace en el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM.
-Con el paso del tiempo se ha cuestionado el espacio en el Palacio de Minería. ¿Han pensado en salir del Centro, mover la sede?
-No. Y en parte es porque el Gobierno de la Ciudad de México y en específico la alcaldía de la Cuauhtémoc no quiere que la feria se vaya del Centro, y la verdad es que nosotros tampoco.
"Recuerdo que el exrector José Ramón Narro tenía especial interés en que la feria se moviera al sur, justo al Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM, y está muy bien el lugar, pero tiene 4 mil metros cuadrados, no hay oficinas, no tiene estacionamiento, y sí hay que decirlo, hay problemas para que llegue la gente. En el Palacio de Minería tenemos cinco mil metros cuadrados, las oficinas, y si bien no hay estacionamiento hay varios públicos que quedan en corto para la gente.
Y lo más importante, la feria forma parte de la vida del Centro Histórico.
Pone el ejemplo de la Feria del Libro Infantil y Juvenil:
"Si hay una feria a la que admiro es ésa, fue un buen acierto que decidieran moverla del Centro Nacional de Arte (Ce-nart) a Azcapotzalco, y en la apuesta creo que ganaron porque va más gente allá que al Cenart. Siguieron una intuición...
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