Cuando el maestro y los alumnos no se entienden

AutorArturo Rodríguez García

En el país existen alrededor de 72 mil escuelas primarias generales con al menos un niño hablante de lengua indígena, pero ningún maestro que hable su lengua. Esto significa que en la mitad de las escuelas del país hay 1 millón 46 mil niños indígenas que tienen al castellano como segunda lengua, pero son educados y evaluados como si ésta fuera la primera.

Por ese y otros factores la educación es precaria para las personas hablantes de lenguas indígenas, tanto que 25% es analfabeta, apenas dos de cada 10 terminan la primaria, siete de cada 100 terminan el bachillerato y sólo 3.6% obtiene un título universitario.

Los datos mencionados aparecen en el Panorama Educatiuo de la Población Indígena publicado en agosto pasado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), en coautoría con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Este estudio -basado en información estadística del ciclo escolar 2013-2014- describe la situación en la que estudian casi 4 millones de niños indígenas, de los cuales 1 millón 800 mil son hablantes de su lengua materna.

Durante más de un siglo especialistas y políticos discutieron la forma en que debía educarse a la población indígena. Impusieron el castellano a través de campañas feroces que prohibían el uso de lenguas originarias. María Bertley Busquets, investigadora del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), recuerda en su ensayo Panorama histórico de la educación de los indígenas en México (Ciesas 2002) que en 1978 un grupo de expertos presionó lo suficiente para oficializar la educación indígena. Y fue hasta 2003 que se tomó en consideración la atención a los indígenas de zonas urbanas por medio del Programa Educativo Intercultural Bilingüe.

En peligro de extinción

A casi 500 años de la Conquista sobreviven 68 lenguas con 364 variantes, según los datos del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), un organismo desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública (SEP) que, con datos de 2010, estima en 64 las variantes en "muy alto riesgo de desaparición" y 43 en "alto riesgo". En total, 107 variantes están en extinción, 19 de las cuales tienen entre ninguno (lengua ku'al) y menos de 100 hablantes (maya k'iche, con 97 hablantes).

El único indígena con cargo de dirección en el gobierno peñanietista fue el director del INALI, Javier López Sánchez -maya-tsel-tal que aprendió español a los siete años de edad y es de los pocos indígenas mexicanos con doctorado, en su caso, en educación-, quien concluyó su periodo en octubre pasado. El exfuncionario asegura que el sistema educativo debe ser un factor importante en la conservación de las lenguas.

Sin embargo, una revisión de datos oficiales demuestra que en esa materia el Estado mexicano ha fallado. Los indígenas están expuestos al abandono, a las malas prácticas sindicales y a la clase política que los usa. Sólo a través de una resistencia cultural y de presionar -en muchos casos al sistema educativo- los indígenas han logrado preservar su lengua y cultura.

Un ejemplo: el pasado 22 de septiembre, la escuela Alberto Correa echó a la calle a 15 niños otomíes, un huichol y dos no indígenas, porque la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal consideraba como matrícula mínima 25 alumnos. Los...

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