Los magnates temen que AMLO les quite privilegios fiscales

AutorJesusa Cervantes

En 2008, las 400 empresas más grandes del país debieron pagar al Servicio de Administración Tributaria (SAT) 850 mil millones de pesos por concepto de impuestos. Sin embargo, gracias a la llamada consolidación fiscal, sólo declararon 85 mil millones, es decir, sólo el 10%.

A su llegada a la Presidencia, Enrique Peña Nieto prometió acabar con los privilegios fiscales, pero únicamente logró acotarlos a través de la reforma fiscal en septiembre de 2013.

Meses antes de conocerse la propuesta fiscal, el 3 de febrero de ese año, Claudio X. González Laporte, entonces presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios -que en 2014 se transformó en Consejo Mexicano de Negocios tras el ingreso de Blanca Treviño de la Vega-, hizo pública su oposición a terminar con los beneficios en materia tributaria, ya que desde el 13 de septiembre de 2009 diputados afines a Andrés Manuel López Obrador habían presentado una iniciativa en San Lázaro para terminar con las prebendas fiscales de las que gozaban esos empresarios.

Hoy, a dos semanas de la jornada electoral del 1 de julio el tabasqueño es el mejor posicionado de los candidatos presidenciales. Sin llega a Los Pinos y decide retomar su propuesta de hace nueve años, empresarios como Germán Larrea, de Grupo México; Claudio X. González, de Kimberly Clark; Alberto Bailleres, de Palacio de Hierro, y muchos otros dueños de las 400 empresas más grandes del país verían minados sus privilegios.

Abel Hibert, quien encabezó el diseño del programa económico del candidato de

Juntos Haremos Historia, aclaró que aún no definen cuáles privilegios eliminarían, pues cada rubro es un esquema relacionado con una ley. No obstante, aclaró que se trata de una suma "muy importante del presupuesto y hay que revisar cómo se puede reducir dentro del marco legal".

Los consentidos

Desde 1973, el gobierno mexicano decidió otorgar a los empresarios privilegios fiscales con el objeto de incentivar la producción y apoyarlos para la generación de empleos. Nació así un régimen tributario que incluye exenciones, subsidios y créditos fiscales, así como condonaciones, facilidades administrativas, estímulos y la consolidación fiscal. Esta última consiste en permitir a los empresarios unificar el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de varias de sus empresas, compensando las pérdidas de unas con las ganancias de otras, a pesar de que legal-mente estén separadas. Y dentro de esos privilegios están los "impuestos diferidos", es decir, los...

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