Manifiesto a la Nación

AutorSabina Berman

En esos oscuros hechos hemos visto, como en una maqueta de nuestra amplia geografía, que la inseguridad que campea en la Nación se debe de forma principal a que el Estado y el Crimen se han convertido en vasos comunicantes ligados por la Corrupción.

  1. Hemos visto cómo hoy el Estado y el Crimen cooperan en el pillaje a la sociedad, sin importar la cifra de los muertos y desaparecidos que acumulan al hacerlo, ni la inmoralidad con que han inundado a la Nación.

    Hoy el Crimen y el Estado comparten a sus ejecutores: un policía suele ser esbirro del Crimen, un gobernador puede ser su socio y un juez es probable que responda al capo de su territorio.

  2. Hemos visto así mismo que incluso en los espacios de convivencia pacífica, la Corrupción destruye a la Nación. Por ella se tuercen los mejores proyectos nacionales, se fugan de nuestro erario cuantiosos recursos que debieran financiar la construcción de obras para el Bien Común y nuestra Democracia se ha vaciado de sentido, al grado que la sociedad carece de razones para votar en las elecciones que se aproximan.

    ¿A qué elegir entre un candidato u otro, si cualquiera que sea electo trabajará dentro de una casta cuyo sistema es la Corrupción?

  3. A partir de las tragedias de Tlatlaya y Ayotzinapa, y durante cinco largos meses, la sociedad mexicana, trascendiendo separaciones de clase y de ideología, se ha pronunciado en cada espacio público posible -en los medios de comunicación, en la prensa escrita, en las redes sociales, en las marchas por las calles de nuestras ciudades- exigiendo al gobierno federal que actúe para frenar las miles de desapariciones y asesinatos de conciudadanos -muchos de ellos perpetrados por las propias fuerzas gubernamentales-, así como para detener el estado de impunidad que impera a escala nacional teniendo como eje el mal de la Corrupción.

    Que inserte entre las instituciones una nueva y autónoma de los poderes políticos, para que así pueda ejercer la vigilancia, el juicio y los castigos que dicten las leyes vigentes.

  4. Pero a este acuerdo social manifiesto, el gobierno federal ha respondido con dos simulaciones. Desde el Poder Ejecutivo con la restauración de una Secretaría de la Función Pública, ahora como en sus tiempos de ejercicio, carente de autonomía verdadera: por tanto, una institución inútil para el propósito.

    Y en su rama legislativa, el gobierno federal ha respondido creando una Comisión Anticorrupción, de igual forma carente de autonomía y de poderes, y por tanto...

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