La mano dura de Mancera

AutorArturo Rodríguez García

La tarde del pasado 12 de junio Nuria Roxana Ramírez Lozano fue ponente en el Segundo Foro contra la Represión, en el plantel Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Ahí relató las condiciones en las cuales su novio, Jorge Mario González, fue detenido, encarcelado y sentenciado sin pruebas de que los delitos que se le imputan hayan ocurrido en realidad.

"Hay una política orquestada con un fin muy específico, que es infundir el miedo en la gente para poder controlarnos", dijo la joven, recién graduada en etnología en la UNAM.

Al mismo tiempo la oficina de Comunicación Social del Gobierno del Distrito Federal difundía ante la prensa el nombre de Nuria Roxana, a la cual acusaba de haber irrumpido en el salón Digna Ochoa de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y haber obligado al jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, a interrumpir su discurso y abandonar el lugar.

El incidente -reportado por Sara Pan-toja para la agencia Apro- ocurrió cuando Mancera iniciaba su saludo a la presidenta del organismo, Perla Gómez, quien rendía su primer informe en el citado salón, al que entraron alrededor de 10 personas con carteles en los cuales acusaban de represor al gobernante capitalino.

En realidad fue Gisela Pérez de Acha, de la organización feminista Femen, quien se paró junto a Mancera mostrando un cartelón y lanzó varias consignas. Del fondo del recinto voló una botella de agua que no le pegó al jefe de gobierno pero fue suficiente para hacerlo huir del lugar custodiado por su equipo de seguridad.

Ese mismo día se inauguraba el mundial de futbol de Brasil. El gobierno capitalino mandó colocar una pantalla gigante en el Zócalo para transmitir los partidos.

Casi de manera simultánea al foro de la UAM y a la protesta en la CDHDF, Jesse Alejandro Montaño, Jamspa, trepaba por el andamiaje que sostenía la pantalla del Zócalo a fin de repudiar el campeonato deportivo y exigir la libertad de presos políticos.

Al bajar de la estructura Jamspa fue detenido y remitido al Reclusorio Norte, donde ahora cumple una sentencia de ocho años y ocho meses, acusado de participar en las protestas del 1 de septiembre de 2013, día del informe de gobierno de Peña Nieto. Lo acusaron de llevar una bomba mo-lotov, pero lo que se aprecia en el video de esos hechos es que portaba un megáfono.

Preso sin delito

En el foro de la UAM se habló del asesinato del zapatista José Luis Solís, Galeano, y de las "represiones" ocurridas desde el 1 de diciembre de 2012, cuando tomó posesión el presidente Enrique Peña Nieto.

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