El mapa del huachicoleo

AutorPatricia Dávila

Dos grandes cárteles de la droga, por conducto de nueve grupos delictivos formados exprofeso, controlan 60% del robo de combustible en cuatro estados "prioritarios" del país -Hidalgo, Puebla, Guanajuato y Estado de México-, lo cual les deja ganancias diarias calculadas en 47 mil millones de pesos.

El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el de Sinaloa, en complicidad con empleados de Pemex, autoridades municipales, corporaciones de policía y empresas particulares distribuidoras de combustible, roban 59 mil 500 barriles diarios de hidrocarburos (un barril contiene 159 litros), con una pérdida para Pemex de 29 mil 600 millones de pesos anuales; en precios al público equivale a 47 mil 400 millones de pesos.

Un documento interno de Pemex y de la Policía Federal (PF), Mercado ilícito de combustibles, al que este semanario tuvo acceso, da cuenta de lo anterior y menciona nueve células delictivas que operan para los cárteles: Los Téllez, El Bukanas, El Rapid-Inn, Los Talachas, La Parka, Los Bárcenas y/o Los Pelones, Santa Rosa de Lima y Melchor Ocampo.

El producto más robado es la gasolina regular o magna (45%), ordeñada en los sistemas Minatitlán-México y Madero-Ca-dereyta; mientras que en los dos sistemas Tula-Salamanca el producto más robado es el diésel. El 60% del robo de combustible en el país se concentra en Hidalgo (23%), Puebla (13%), Guanajuato (12.5%) y el Estado de México (11.5%).

En Hidalgo operan cinco grupos: la banda de El Talachas, Saúl Hernández Martínez, con influencia en Tula y Tepatitlán, se apodera diariamente de 7 mil 800 barriles con un costo de 20 mil 200 millones.

El hombre de confianza de Hernández es César Serrano Negrete, quien tiene bajo su mando a Misael Mendoza Villeda, a los hermanos Adán y Tomás García Mon-tiel; Miguel y Héctor García Lugo; Jorge, Aldo y Mario Hernández Martínez; Antonio y Cruz Alonso, además de un hombre apodado El Zapatán. También integra esta célula delictiva el delegado de la colonia San Francisco Bojay.

El Talachas opera en Ejido de Teocalco, en Benito Juárez; Santa Ana Ahuehuepan y San Francisco Bojay, municipio de Tula de Allende. Se dedica a la sustracción, resguardo, transporte, almacenamiento, distribución, posesión, suministro y oculta-miento de hidrocarburo y petrolíferos.

A él, Pemex y la PF lo ubican en calle [ Pino Suárez, colonia Benito Juárez, Santa Ana Ahuehuepan, en Tula de Allende. Allí mismo, sólo que en la calle Constituyente, se ubica el presunto domicilio de Heladio e Ignacio Quiroz, sus cómplices. Posee el negocio Talachas Aldín, ubicado en la carretera estatal Francisco I Madero sin número.

Los sistemas que afecta este grupo son Tuxpan-Tula, Tula-Salamanca y Tuxpan-Azcaptozalco. Las autoridades abrieron la carpeta de investigación FED/HGO/TU-LA/0000832/2017. El 21 de marzo del año pasado se presentó ampliación de denuncia.

En Hidalgo también operaba Héctor Baltazar Osorio Delgado, La Parka, cuya actividad se extendía a la Ciudad de México. Afectó los ductos de Pemex con la ordeña de 5 mil 800 barriles al día, con un coso de 15 mil millones de pesos.

El sábado 20, un día después de la explosión en Tlahuelilpan, las autoridades de Hidalgo informaron del asesinato de La Parka. Una versión periodística señaló que fue ejecutado afuera de una tienda Oxxo; otra, que fue baleado cuando circulaba por la carretera Tlahuelilpan-Mixquiahuala. Además, mientras las autoridades estatales lo identificaron como Julio César Zúñi-ga Cruz, la PF lo nombró Héctor Baltazar Osorio Delgado, como aparece en el informe de inteligencia de la PF y Pemex.

La Parka -con su...

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