Cuando los "maras" llegan a Nueva York

AutorÓscar Martínez/El Faro

Pasaron muchas cosas, se derramó mucha sangre joven, pero fueron sobre todo las que ocurrieron en dos meses las que tienen a Long Island en titulares de todo el mundo. Long Island y unas siglas: MS. Mará Salvatrucha.

El recuento de esos dos meses parece el recuento de lo ocurrido en una violenta colonia empobrecida de San Salvador, la capital de los homicidios. Sin embargo, pasó en Nueva York, en diferentes pueblitos de Long Island, no tan lejos de la Estatua de la Libertad.

El primero de esos meses fue septiembre de 2016. El lunes 12, en un pueblo llamado Mineóla, mientras caminaba en la calle, fue asesinado a balazos un joven salvadoreño de 15 años, Josué Guzmán, estudiante de décimo grado. El día siguiente, un martes 13, cuando caía la noche en Brentwood, un grupo de jóvenes asesinaron con bates a dos muchachas justo afuera de la escuela Loretta Park donde estudiaban. Kayla Cuevas era una chica de raíces dominicanas de 16 años. Nisa Mickens, quin-ceañera, era una de sus mejores amigas. Ambas murieron aporreadas. Sus cadáveres quedaron a metros de distancia en un área residencial afuera de la escuela. El 16, la policía encontró el cadáver de Óscar Josué Acosta, salvadoreño de 19 años que tenía tres de haber llegado a Brentwood. Había desaparecido el 19 de abril. Cinco días después, el 21, la policía encontró otro cadáver. Lo encontró en la misma área que el anterior, en los alrededores boscosos de un hospital psiquiátrico abandonado que se llamaba Pilgrim. Se trataba del cuerpo de Miguel García, un ecuatoriano de 15 años. Había desaparecido siete meses atrás.

2016. Un mes. Cinco cadáveres.

La policía, sus informantes, los medios, todo mundo dijo: MS.

Arrestaron a 25 supuestos miembros de la pandilla en Long Island.Todos, al igual que los muertos, eran adolescentes. Centroamericanos la mayoría. Salvadoreños la mayoría.

En diciembre de 2016, tras sólo un mes de haber ganado las elecciones y a días de asumir como el 45° presidente de Estados Unidos, DonaldTrump, tomó el micrófono y habló de lo que pasaba en esos pueblitos de Long Island. Lo hizo durante una entrevista con la revista Time, que acababa de nombrarlo hombre del año: "Vienen de Centroamérica, son la gente más ruda que hayas conocido. Están matando y violando a todo mundo allá. Son ilegales. Y es su fin".

El nuevo presidente volvía la mirada hacia la comunidad centroamericana y no era para nada bueno.

Los pueblitos de Long Island siguieron en la mira. Decenas de titulares se publicaron. Todos llevaban las siglas MS. Más redadas, más arrestos, más juicios.

El Servicio de Inmigración y Protección de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), entre el 1 de octubre de 2016 y el 4 de junio de 2017 -ya con su nuevo líder-, deportó a 2 mil 798 supuestos miembros de pandillas. Una cantidad inusual en ese periodo, según afirmó la misma...

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