Una marcha con 10 mil ausentes

AutorMarcela Turati

Mírelas juntas. Ahí están las locas, las chillonas, las que no saben comportarse en público. Se les ha visto marchando por carreteras, plantándose en plazas, bloqueando calles. Desde que se despiertan hablan con una persona ausente. Son las que incomodan a los feligreses al final de las misas con su testimonio y súplica. Tienen por costumbre hacer guardia afuera de oficinas de gobierno. A veces se cuelan en algún evento del Presidente, le piden ayuda o lo interpelan. Otras tantas consiguen meterse a la televisión para repetir las frases de siempre.

Se distinguen porque parecen uniformadas: Una camiseta, una pancarta con la foto del muchacho, de la jovencita con su misma expresión en los ojos, su mismo tipo de boca o forma de la ceja.

El lenguaje de estas mujeres es distinto: hablan siempre de corazones rotos, del vientre vacío, de un dolor en el alma, de intuiciones y corazonadas, de caminos regados con lágrimas, de vidas hechas pedazos, de amor de madre, de bebés que un día tuvieron en la cuna. Y lloran, mírelas usted, por cualquier cosa lloran. Hasta cuando despotrican contra el gobierno, al que culpan de su locura.

Ahora bloquean Paseo de la Reforma y van al Ángel de la Independencia. ¿A quién se le ocurre desquiciar el tráfico en el Día de la Madre? Acerqúese y escuche lo que dice aquella: "Ando en busca de dos hijos que se perdieron en Monterrey; eran migrantes, salieron de San Felipe, Gua-najuato, los bajaron del autobús unas personas encapuchadas..." O esta otra: "Era mi hija más chica, estaba estudiando en el Tec cuando se la llevaron".

Son madres con uno o varios hijos desaparecidos. Hay también hermanas, hijas, esposas en busca del hermano, el padre, el esposo que le arrebataron. Llegaron de Chihuahua, Baja California, Nuevo León, Coahuila, Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Estado de México hermanadas con el grito de guerra: "Las madres unidas jamás serán vencidas". En el DF otras se sumaron a esta movilización que bautizaron "Marcha por la Dignidad Nacional: Madres buscando a sus hijos e hijas y buscando justicia". Son más de 300 y alguno que otro marido que las acompaña.

Por el micrófono ahora habla la exobrera juarense Norma Ledezma, que usa ese lenguaje de madre:

"Nos mataron la mitad del corazón y nos dieron una puñalada, con la otra parte que vive seguimos luchando. ¿Cuántos años vamos a marchar? ¿Cuántos hijos más tendrán que desaparecer? ¿Cuántas veces regaremos de lágrimas el camino de Chihuahua al DF pidiendo justicia? Mientras muchos hijos están cantando mariachi y festejado a sus madres nosotras decidimos hacer homenaje a nuestros hijos e hijas que no están, recordaremos cuando los parimos, cuando los amamantamos y seguiremos gritando que ¡los queremos vivos!"

Le sigue la saltillense Diana Iris que habla en la misma clave: "Estamos con el corazón hecho trizas; soy mamá de Daniel Cantú y hace cinco años y cuatro meses que mi corazón no está completo, pero...

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