Martha Toledo Mar, el cantar del istmo
| Autor | Roberto Ponce |
Veo la lluvia caer sobre el valle de Oaxaca.
Los niños saltan, juegan, las azucenas perfuman los corazones...
Esta mujer bautizada Rosa Martha Toledo Martínez, quien con sus hijitos estuvo a un paso de perecer en un accidente hace nueve años, se escucha más feliz que nunca el mero día de su cumpleaños, mientras su gallo Paco quiquiriquea vía telefónica desde Juchitán:
"Estos dos discos CD son una ofrenda de paz, amor y de esperanza a mi tierra, a México, a la Madre Naturaleza, a la vida. En 2011 me surgió la idea de Estoy viva por aquella experiencia extrema que sufrí en un coche, y al verme a salvo, me di cuenta de que la emoción mayor que sentí era mi vida latiendo por mis venas. Los discos son como un parto hermoso que se tardó no nueve meses, sino nueve años en ver la luz, desde mis entrañas para todos ustedes que son bienvenidos a escuchar con el alma."
Toledo Mar (prima del afamado pintor Francisco Toledo, quien falleció hace poco más de un año) marca en Estoy viva su andar como compositora. Antes realizó los discos Teca 'Huiini y Nostalgia, éste con el Trío Monte Albán. A lo largo de dos décadas se ha presentado en Alemania, Austria, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Holanda, Indonesia, Italia y, por supuesto, en "El lunes del cerro" de La Guelaguetza en la ciudad de Oaxaca. Las grabaciones son un trabajo elaborado con maestría comunitaria, donde tocan el pianista Daniel López Infanzón y resuenan las percusiones de Armando Montiel, y la colaboración de un centenar de personas. Diez de las 26 canciones de Estoy viva son suyas o las escribió en coautoría:
"Yo soy la mar". "Libera tus pensamientos", "La chamana Ángela Méndez" y "Estoy viva", del primer plato láser Nisado, que en lengua zapoteca o diidxazá significa "mar". Del segundo, Biulú (colibrí): "Tiempo de la creación" basada en un poema del Popol Vuh, "Jugar a que escribo" (letra de Graciela López Robles), "Matria" (lírica de Martha Elena Hoyos), "La cumbia del perdón" (con Adriana Pérez Guerrero), "Son calenda" (con Tacho Hernández, Atilano Morales y Guadalupe Ríos), "Flores de luz" y "Virgencita de Juquila".
Aparte, incluye conocidas con arreglos de Javier Hernández García, alejadas mágicamente de las originales: "Diuxquixe guendanabani", que no es sino su conversión al diidxazá del himno...
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