Mascarada contra el ozono

AutorAreli Villalobos

Cuando en marzo de 2016 las altas concentraciones de ozono pusieron en peligro la salud de los habitantes de la Ciudad de México, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, prometió que la flota vehicular oficial dejaría de usar gasolina y dísel y comenzaría a emplear un sistema híbrido de gas natural comprimido (GNC). Meses después presumió en Francia que la medida ya se estaba aplicando y convocó a otros gobiernos a seguir su ejemplo. Lo cierto es que la temporada en que suele aumentar la concentración de ozono ya empezó, y a un año de las afirmaciones la medida no se ha ejecutado. Al menos, de manera oficial no existe documentación al respecto; sólo una insistencia discursiva coincidente con el interés de una trasna-cional que ya puja por el mercado del gas vehicular: la española Gas Natural Fenosa, principal distribuidora de este energético en la ciudad y el país.

Desde marzo de 2016 y en seguimiento a los anuncios del jefe de Gobierno, Proceso realizó más de un centenar de solicitudes de información para sopesar la dimensión de la medida y su avance. Además, consultó a especialistas y visitó los lugares que podrían realizar las mencionadas conversiones. Sin embargo, los datos ofrecidos resultaron inexactos, y los padrones oficiales, deficientes.

Durante la temporada de contingencias en el área metropolitana del Valle de México en 2016, el director de Gas Natural México (GNM, razón social de Fenosa en el país), Ángel Lárraga Palacios, insistió en que el uso del GNC debía ser una de las "alternativas mayoritarias" para el transporte ya que, dijo, reduciría en 90% la emisión de partículas nocivas y ahorraría hasta 50% la erogación en combustibles.

El ejecutivo de GNM anunció que el objetivo de su empresa era que, en 10 años, 90% del transporte público de la capital utilizara gas natural. Paralelamente informó de la creación de 10 estaciones de carga, lo que significaría una inversión de 600 millones de pesos.

Lárraga hizo su planteamiento -un mes después de que Mancera anunciara su proyecto- en el seminario internacional El gas natural en automóviles, una alternativa para la calidad del aire en la Ciudad de México, que él mismo organizó con académicos, investigadores y empresarios.

El interés ambiental de GNM coincide con su mercado. Tanto las estaciones de suministro como las transformaciones vehiculares son parte de las actividades de las que la subsidiaria mexicana obtiene ingresos accesorios a su actividad principal.

Tan sólo en 2013, las conversiones que la firma española costaban entre 35 mil y 45 mil pesos por auto.

Fenosa en México crece año tras año. Al 31 de diciembre de 2016 reportó una utilidad neta de mil 440 millones de pesos (superior en 44.5 millones a la de 2015). Además aumentó su número de clientes, que a la fecha suman 1 millón 657 mil 25, de acuerdo con su Reporte 4Q2016.

El consorcio...

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