Melones y papaya

FOTOS: DIEGO GALLEGOS

"Pásele, pásele, acá están los mejores melones, bien redonditos y de pura calidad", se escucha en el puesto del Güero, cuando llega Francia al mercado de la Tlacotal.

Y es que al tener una fruta tan suculenta, jugosa y fresca a la vista, no hay marchante que regatee ni que se resista a quererle dar una probadita.

De inmediato, el local estaba rodeado de hambrientos clientes, que difícilmente se comen una manzana, pero que misteriosamente les nació el gusto por lo sano y ya pensaban en echarse una papaya con yogur.

"¿A cómo el kilo de melones?", preguntó un cliente.

A diez la pieza, le respondieron.

"Y si quiero de esos que trae la señorita entre sus manos, ¿de a cómo?".

"Pues de a plátano macho, no de a dominico como el suyo", le contestó una señora que se abría paso enojada entre los mirones para agarrar su mandado.

Eso sí, Francia deslumbró con su sensualidad, con la que dejó en claro que de ser fruta estaría en su punto para ser devorada.

"Creo que sería una fresa, me encanta su sabor además de que es muy exótica y va con mi personalidad. Soy una chica a la que le gusta verse sexy y experimentar lo nuevo. Igual soy introvertida, aunque me gustan las cosas rudas", señaló Francia.

Pero si los clientes estaban que rugían, los trabajadores del local no se quedaron atrás. A Santos se le iban los...

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