A merced de agresor

ZMG.- A "Isabel" -como pidió que le llamaran por seguridad- le tomó tres años, tres intentos de asesinato y tres días poner una denuncia contra su pareja.

Durante más de una década, ella soportó los golpes y los insultos de su pareja, y fue hasta que su hija le pidió que lo dejara cuando se dio cuenta que vivía inmersa en una situación violenta que ponía en riesgo su vida y la de sus hijas.

Después del último intento de asesinato, en marzo pasado, cuando el hombre la atacó frente a su casa, "Isabel" acudió al Centro de Justicia para las Mujeres (CJM) a levantar una denuncia y pedir protección.

Como llegó con las marcas de las manos en el cuello, le pidieron un parte médico en la Cruz Verde, lo que le tomó siete horas en la madrugada para encontrar dónde le tomaran una radiografía.

Al volver al CJM, no se imaginó que tendría que esperar tres días más para levantar su denuncia.

El primer paso fue hablar con la trabajadora social, quien le explicó los riesgos a la hora de notificarle la querella al agresor y los posibles escenarios después de la resolución de un juez.

Después llenó un formulario, donde relató los hechos, y luego hizo fila para declarar ante un agente del Ministerio Público (MP), etapa que le tomó dos días.

La autoridad, según la abogada Alejandra Cartagena, debería tomar con seriedad a las mujeres que interponen una denuncia, pues acudir al CJM significa que se saben en riesgo.

"Si están denunciando es porque realmente ven un riesgo en su integridad, en la de sus familiares, sus hijos e incluso la vida. Cuando una mujer denuncia, la autoridad no lo debe de tomar a la ligera", sentenció.

En casos que ha acompañado Cartagena se ha encontrado con que las trabajadoras sociales, los agentes del MP, los psicólogos y el resto del personal las intentan persuadir para que no denuncien, o bien, desestiman su situación.

"Parece que si no van llenas de golpes, entonces no viven violencia. El riesgo es que la mujer ya no denuncie y quede a merced del agresor", señaló la también integrante del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem).

También hay mujeres que logran obtener órdenes de protección contra sus parejas, pero las autoridades no garantizan su seguridad, como Vanesa Gaytán, quien fue asesinada afuera de Casa Jalisco en abril pasado.

Aunque no existe un tratado que estipule el número de horas para que una mujer pueda denunciar, México es parte de la Convención sobre la Eliminación...

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