Metralla publicitaria. Crece el empleo... precario

AutorCarlos Acosta Córdova

La metralla publicitaria del gobierno ha sido incesante. En tiempos electorales, ante su impopularidad, el presidente Enrique Peña Nieto y su partido recurren al autoelogio, al panegírico de sus supuestos logros.

Radio, televisión, redes sociales y los espacios para anuncios espectaculares se ven inundados estos días por spots, videos, mensajes que dibujan a México como una gran potencia, un país de grandes ligas. Son muchas las ideas que el gobierno quiere encajar en la memoria de los mexicanos, de cara a las elecciones federales, como por ejemplo que de más de 200 países miembros del Banco Mundial, el nuestro ocupa el lugar 15 por el valor de su economía: un billón 47 mil millones de dólares en 2016. Es 17 veces menor a la de Estados Unidos, que ocupa el primer lugar. Pero eso no se dice.

O que México ya es el octavo país más visitado por turistas extranjeros; que somos el quinto productor mundial de automóviles, que el país es el exportador mundial número uno de aguacates; que, con más de 300 empresas internacionales instaladas aquí, la nación es ya la tercera proveedora de la industria aeroespacial en el mundo.

O que México es el cuarto país con mayor biodiversidad, lo que representa una oportunidad para impulsarlo como líder en biotecnología; que en cinco años se han creado más de 3 millones 460 mil empleos, cifra superior a "lo alcanzado en cualquier sexenio completo anterior", dice con frecuencia Peña Nieto.

O que además del aguacate, México es líder en exportaciones de cerveza, tequila, limas, limones y pantallas planas.

La lista es interminable. Y nada es mentira. Acaso habría que matizar algunos datos.

El problema es que ese rostro impresionante de país moderno, de potencia exportadora que puede competir con cualquiera -y que es el que sólo admite y enfatiza el gobierno-, no corresponde con la vida cotidiana de la gran mayoría de los mexicanos, quienes viven en una desigualdad social cada vez más grave y con ingresos cada vez más precarios.

Peña Nieto ha presumido reiteradamente ser el "presidente del empleo", pues en su administración se han creado unos 3.5 millones de trabajos formales nuevos, según él.

Pero el propio secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, en entrevista con este semanario (Proceso 2126) el pasado julio, matizó el discurso presidencial, por no decir que le enmendó la plana a su optimismo:

"¿Qué es lo que en realidad ha pasado? Que hay una migración muy importante de empleos que eran informales, hacia la formalidad. Eso ocurrió. ¿Por qué le llaman 'nuevo empleo’? Yo no utilizo esa...

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