México debe defender la postergación de la elección de la presidencia del BID

AutorGaspard Estrada

Sin embargo, la renovación de su presidencia, prevista para septiembre de este año, pone en peligro el futuro del BID. Donald Trump lanzó la candidatura de su asesor Mauricio Claver-Carone a la cabeza de este organismo multilateral, rompiendo el pacto no escrito acordado entre los países fundadores. Al proponerlo, el inquilino de la Casa Blanca está repitiendo el guion de su administración desde su inicio: un cálculo electoral de corto plazo, así como una voluntad de instrumentalizar a las instituciones internacionales en su batalla contra China. El todo mezclado con la arrogancia de querer hacer de esta candidatura un hecho consumado.

Y es que la región se encuentra dividida y polarizada como pocas veces en su historia. Varias capitales, como Brasilia, Bogotá o Quito, han pasado inclusive a respaldar públicamente la candidatura estadunidense. Por otro lado, el gobierno de México, junto con Argentina, Chile, Costa Rica, la Unión Europea y numerosas voces respetadas de la región, han criticado esta nominación y propuesto el aplazamiento de la elección, para que ésta se pueda llevar a cabo después de la elección norteamericana.

Pero las presiones de Washington pueden conducir a que algunos de estos países terminen respaldando directa o indirectamente al candidato de Trump. Por ende, es imprescindible que el gobierno de México y sus aliados regionales se mantengan firmes.

Desde su llegada a la Casa Blanca Trump advirtió que su política exterior hacia América Latina giraría alrededor de dos estrategias electorales paralelas: llamados a su base política a nivel interno en temas como la inmigración, las drogas y el comercio, y una propuesta agresiva para el sur de la Florida sobre Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Estas decisiones fueron el fruto del empoderamiento del senador Marco Rubio, que, al volverse el "zar" de esta administración para América Latina, pudo imponer a su alfil Mauricio Claver-Carone como asesor del presidente para la región. Esta deferencia hacia el congresista de Florida tiene una explicación: votos para la reelección de Trump. Este último sabe que sin una victoria en este estado, dejará de ocupar la Casa Blanca en enero del próximo año. Así que darle la candidatura a un cercano de Rubio es una necesidad electoral para él.

Pero no sólo se trata de votos: si Claver-Carone gana, está claro que este grupo querrá imponer su agenda radical al transformar la naturaleza del banco, haciendo del BID un mero brazo ejecutor de la Casa...

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