Ante México, Francia olvida los derechos humanos: negocios son negocios

AutorEmilie Barraza y Jorge Carrasco Araizaga

PARÍS/MÉXICO.- Cuando los presidentes Enrique Peña Nieto y Frangois Hollande pretendían controlar los daños que sus antecesores provocaron en las relaciones México-Francia por el caso Florence Cassez, las violaciones graves a los derechos humanos por parte de militares y policías mexicanos colocaron de nueva cuenta en la polémica a las relaciones entre ambos países.

Y aun cuando el conflicto bilateral dejó de ser político y diplomático, el nuevo naneo de crítica se centra en la decisión de ambos países de incrementar sus relaciones militares en momentos en que México atraviesa por una crisis de derechos humanos.

La masacre de Tlatlaya, en el Estado de México, y la detención y desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, eclipsaron la invitación de Hollande a Peña Nieto y a una delegación militar para participar en las celebraciones del Día Nacional de Francia el martes 14, la festividad más importante de ese país que conmemora el inicio de la Revolución Francesa con la Toma de la Bastilla en 1789.

La invitación fue hecha en abril del año pasado, cuando el presidente francés visitó México -dos meses antes de que tropas del Ejército mexicano ejecutaran a presuntos delincuentes en territorio mexiquense el 30 de junio de 2014. El caso se le salió de las manos al gobierno mexicano y se convirtió en un escándalo internacional.

Tres meses después -el 26 de septiembre- se perpetró el crimen de lesa humanidad contra los 43 normalistas en Iguala, sin que hasta la fecha se haya aclarado el papel del Ejército en esos hechos, que también han llamado la atención mundial y a los que la prensa francesa ha dado constante seguimiento.

Organizaciones no gubernamentales internacionales con sede en Francia y colectivos franceses pretenden que la visita de Estado de Peña Nieto a Francia, del lunes 13 al jueves 16, vaya más allá de los acuerdos comerciales -en particular aluden a los contratos de carácter militar.

Durante la visita se prevé concretar la venta de 50 helicópteros militares para reforzar al Ejército mexicano en el combate a la delincuencia organizada, al amparo del cual se han incrementado las violaciones a los derechos humanos en México.

Se trata de aparatos H-225-M Caracal, antes conocidos como EC-725, de la firma Airbus Helicopters. En el sexenio pasado, la Secretaría de Marina le compró algunos al gobierno francés.

Características

La nueva máquina, que forma parte de la familia de los Super Puma y de los Cougar, fue fabricada a finales de los noventa para transportar tropas de fuerzas especiales a escenarios de operaciones difíciles, "tanto a nivel climático como en situaciones de combate", según refiere la empresa en la presentación del Caracal.

Cada aparato tiene una cabina blindada con capacidad para transportar a 29 soldados. Sus dos motores Turbomeca Makila 2 pueden alcanzar una velocidad de crucero de 260 kilómetros por hora; en sus ventanas laterales pueden instalarse...

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