México en el mundo: 2018

AutorOlga Pellicer

Tres grandes rasgos distinguen las relaciones exteriores de México en estos momentos: la creciente vulnerabilidad ante Estados Unidos, la escasa proyección de México en los foros internacionales y el deterioro progresivo de los arreglos institucionales para conducir la política exterior.

La vulnerabilidad de nuestro país ante Estados Unidos no es nueva. Ha dado el tono a la historia de México desde su independencia. La decisión de profundizarla se tomó al firmar el TLCAN, cuando la exportación de manufacturas hacia América del Norte, producidas de manera integrada con corporaciones estadunidenses, se convirtió en el motor principal del crecimiento económico del país; la industria automotriz es el ejemplo más conspicuo de ello.

Referirse a mayor vulnerabilidad en los últimos años responde a dos circunstancias de orden distinto: de una parte, a la importancia creciente que adquieren las importaciones de gas natural y gasolina desde Estados Unidos; nuestra seguridad energética depende de ello. Por otra parte, al cambio inesperado y demoledor de la política de comercio exterior del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El proteccionismo de nuestro mayor socio comercial ha trastocado todo el andamiaje sobre el que descansaban nuestras exportaciones. El problema es de gran calado y exige, como ya hemos señalado en otros escritos, una redefinición del proyecto de desarrollo nacional.

Para las élites políticas y económicas mexicanas, confiadas de manera entusiasta en la seguridad que proporcionaba la pertenencia de México al proyecto común de América del Norte, el cuestiona-miento del TLCAN ha sido un problema muy difícil de enfrentar.

No viene al caso referirnos a otros aspectos de la relación con Estados Unidos, cuya complejidad se sintetiza en las frecuentes alusiones de Donald Trump a la conveniencia de levantar un muro que separe a los dos países. Para fines de este escrito, sólo se trata de ilustrar la manera tan dramática con que se ha profundizado la vulnerabilidad de México ante el país del norte.

El segundo aspecto al que nos referimos es el debilitamiento de la posición de México como actor con influencia a nivel regional o como defensor de causas en organismos internacionales. Con excepción de la atención concedida a la Alianza del Pacífico y la decisión -tardía y ejecutada sin determinación- de formar parte de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, el sexenio llega a su fin carente de un proyecto de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR