México-Estados Unidos: la integración silenciosa

AutorLucía Luna

Como otras localidades pequeñas de Pensilvania, Hazleton votó en 2016 mayoritariamen-te por Donald Trump. Decenios de deterioro económico, pérdida de empleos y presiones migratorias pesaron en el ánimo de sus habitantes para optar por el America First.

Paradójicamente, desde hace unos años la inversión y migración foráneas -sobre todo de México- le imprimieron un nuevo auge. Pero no bastó para superar los prejuicios.

A unos 3 mil kilómetros de la frontera con México, pero cerca de Nueva Jersey y Nueva York, Hazleton y su actividad minera y textil constituyeron un imán para inmigrantes pobres de Irlanda, Italia y el este de Europa a principios del siglo XX. Pero a finales de los cincuenta, con el cierre de las minas, la ciudad comenzó a decaer hasta convertirse en una sombra de sí misma al concluir los ochenta.

Luego, a mediados de los noventa, tuvo una nueva oportunidad. Ubicada en el cruce de dos autopistas estratégicas, un grupo de negocios denominado CanDo abrió en ella un parque industrial y, con incentivos fiscales, atrajo a grandes compañías nacionales e internacionales. Llegaron Amazon y Cargill; pero también las mexicanas Bimbo, Mission Foods y Arca Continental, que instalaron ahí algunas de sus mayores plantas.

La economía local se revitalizó y se abrieron nuevas fuentes de trabajo. Pero Hazleton también volvió a ser un atractivo para la inmigración; sólo que esta vez para los hispanos, sobre todo los mexicanos. Así, si estos sumaban en 1990 apenas 4%, en 2010 ya eran 37% y hoy son alrededor de 50%.

Restaurantes, tiendas y toda clase de pequeños negocios de recién llegados de ascendencia latinoamericana llenaron de movimiento, color, sabores y nombres hispanos las vacías calles de la abandonada villa minera. Pero si bien los residentes locales, descendientes de las anteriores migraciones, reconocieron que su ciudad había vuelto a crecer económicamente al igual que su población, no por ello se sintieron cómodos con las nuevas presencias y los cambios que traían.

Entre el ajetreo, la música, la comida y las voces en español, muchos se percibieron ajenos en sus propias calles; y las tensiones sociales y culturales crecieron hasta estallar en actos violentos que rompieron la convivencia. Tanto, que en 2006 Hazleton se convirtió en el centro del debate nacional sobre la inmigración y las relaciones de Estados Unidos con México, al ser la primera ciudad en aprobar ordenanzas locales que prohibían contratar o rentar vivienda a migrantes indocumentados.

Y algo similar ocurrió en todo Estados Unidos. Muchos pueblos y pequeñas ciudades crecieron a partir del 2000 bajo el influjo de los inmigrantes y sus hijos nacidos en suelo estadunidense. Ello ayudó a revertir su declive, pero no pudo impedir que se dieran tensiones entre...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR