Mezcla sabiduría y deporte

Cuando en 1995 Último Guerrero dejó su natal Durango para probar suerte en el Distrito Federal y dormía abajo de un ring en un gimnasio, sus sueños eran los de cualquier luchador, ser un estelar en la Arena México, pero nunca imaginó que además, sería una obra de arte.

Gracias a su esfuerzo y forma de luchar, llamó la atención de Carlos Amorales, experto en artes visuales, performance y artes plásticas.

Por lo tanto, Amorales ha llevado a Holanda, Inglaterra, Francia y otros países del Viejo Continente la lucha libre, que le sirve de pretexto para explorar los vínculos entre la violencia y el erotismo, la política y el arte.

"La lucha me ha dado más que la satisfacción de tener una carrera profesional, he podido ser parte de un proyecto artístico que ha dado la vuelta a Europa, somos, Rey Bucanero y yo, parte del performance Amorales vs. Amorales, un espectáculo que ha dejado con la boca abierta a los europeos.

"Que esté trabajando y conviviendo con artistas plásticos, escultores y todos aquellos que forman parte del mundo intelectual europeo, me llena de satisfacción y más, cuando puedo ver que esas personas tan cultas, se quedan con la boca abierta por nuestro trabajo", señaló Ultimo Guerrero.

Por eso, el rudo aseguró que la lucha libre es un arte, no sólo en el sentido deportivo, si no en el plano intelectual.

Pero Ultimo Guerrero confesó que por dedicarse a la lucha dejó inconclusos sus estudios, aunque sus padres le exigieron un título, él desobedeció y se sintió atraído por el mundo del Pancracio.

"La diferencia entre un doctor, contador, un ingeniero y un luchador, es que éste último tiene poco tiempo para ejercer su profesión, porque está limitado a su edad y a una lesión grave, en cambio un contador puede seguir ejerciendo hasta el fin de sus días.

"La lucha me atrapó, dice mi papá que mis palabras fueron en una arena de lucha allá en Gómez Palacios, Durango y una vez que vi a Mano Negra, lo toqué y creo que me transmitió esa energía para ser luchador", comentó.

Su sorprendente musculatura, que ha trabajado durante 17 años en el gimnasio, se ve reducida a nada cuando habla, con impotencia, de la inseguridad en el Distrito...

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