"Cuando Moctezuma conoció a Cortés", de Matthew Restall

AutorLuis Barjau

La conquista de México es un eco histórico que entreteje sus influencias en todos los fenómenos políticos del presente, a un grado que hoy debemos considerar con plena objetividad.

Matthew Restall autor del libro a comentar, es londinense avecindado en Pennsylvania donde enseña en la universidad estatal como titular de la cátedra Edwin Erle Sparks de Historia Latinoamericana, y publica su estudio este año, y con él se consagra junto a los estudiosos extranjeros sobre la conquista de México. Que por cierto hacen un importante papel en los estudios del tema demostrando sagacidad y soltura, algo de lo que carecemos los mexicanos por estar situados de frente a un tema que nos afecta directamente. Quizá la independencia de los estudios externos permita a esta punzante problemática ser observada con actitud más ágil y distinta de los enfoques de historiadores locales. Aunque, en compensación, nosotros tenemos otras ventajas más cercanas a la de los testigos presenciales de aquellos hechos. Por la lengua y por la cultura.

El autor expone una serie de hipótesis y dudas que trastocan la narrativa tradicional, que alude como "mitohistoria", por considerar que se trata de una construcción ficticia.

La figura de Cortés, tan maquillada por los hispanistas, y aún tan controvertida por sus opositores indigenistas, la diseña como la de un aventurero dubitativo y mucho menos importante en el fenómeno de la invasión -que no conquista-, y la expone supeditada a la voluntad de los diferentes grupos integrantes de la hueste castilteca (que así fueron llamados en náhuatl los castellanos), grupo de aventureros que no sólo vivió en conflictos entre sí, sino que tomó decisiones importantes que por lo general se le han atribuido al marqués del Valle de Oaxaca. Así, las facciones que integraron el grupo de Cortés con frecuencia tomaban decisiones antes que él. Con ello el autor presenta a un Hernán Cortés menor, sin los grandes atributos expuestos por Niccolò Machiavelli que se le han atribuido como a un ejecutor de las ideas del florentino, porque tales atributos serían extemporáneos ya que aún no veía la luz la gran obra El Principe.

Pone en duda la decisión de Cortés de hundir las naves frente a Quiahuizt-lan, observando que han permanecido ancladas seis meses y que, deterioradas por el salitre y la falta de mantenimiento, habían empezado a hacer agua. Versión distinta a la narrativa tradicional, la de considerar su hundimiento como decisión vehemente y sagaz de...

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