Una montaña de torpezas

AutorJesusa Cervantes

Petróleos Mexicanos (Pemex) ha vivido sumida entre la corrupción, el saqueo y el desprecio a sus trabajadores. En su historia más reciente ha habido accidentes que pudieron evitarse, contratos a modo, recompras de complejos chatarra, adquisición de aeronaves que terminaron siendo "taxis" del titular de la dependencia, adquisición de acciones de la española Repsol que luego tuvieron que revenderse a bajo precio...

El primer ejecutivo de Pemex en ser sancionado fue Jorge Díaz Serrano, quien como director de la paraestatal vivió el llamado "boom petrolero". En 1982, la entonces Secretaría de la Contraloría General de la Federación lo acusó de fraude por 35 millones de dólares por haber comprado con sobreprecio dos buques-tanque. El ingeniero estuvo preso cinco años.

Con la información controlada al máximo durante los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y de Ernesto Zedillo, poco se supo de los desfalcos a la paraestatal.

Con la llegada del primer gobierno federal panista, los actos de corrupción empezaron a aflorar. El caso paradigmático es el de Oceanografía: una pequeña empresa que desde los ochenta figuraba como proveedora de Pemex y que entre 2000 y 2006 recibió contratos por 44 mil 600 millones de pesos, aunque no era la única compañía que concursaba para ofrecer servicios a la paraestatal.

Lo anterior se desprende de informes internos de Pemex, copias de los cuales tiene esta reportera.

Durante el gobierno de Felipe Calderón, aunque Pemex mantuvo su relación con Oceanografía, comenzó a prestar atención a las empresas españolas y descubrió que el gran negocio estaba en la importación de gas.

Prueba de ello fue el contrato transexe-nal con Repsol, única autorizada para vender el gas de Camisea, Perú. Por la compra, México pagó 21 mil millones de dólares entre 2011 y 2016. Pero a la empresa española el producto sólo le había costado 6 mil 26 millones de dólares, por lo que obtuvo, gracias a Calderón, una ganancia de unos 15 mil millones de dólares.

La corrupción de Oceanografía reventó cuando el priismo se hizo nuevamente del poder. El gobierno de Enrique Peña Nieto cerró la llave de los contratos y encarceló a uno de los propietarios de esa empresa,

Amado Yáñez (quien hoy purga condena domiciliaria), acusado por Banamex de haber obtenido préstamos por 450 millones de dólares con aval de facturas por cobrar de Pemex.

El mal manejo de Pemex durante la administración calderonista llegó no sólo al robo, sino a la muerte.

En octubre de 2007...

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