La moral y las moras

AutorFabrizio Mejía Madrid

La semana pasada se repartieron 10 millones de ejemplares de la Cartilla Moral que Alfonso Reyes escribió para acompañar la Unidad Nacional de Ávila Camacho y cuya historia ya hicimos en esta columna (Proceso 2156). La frase célebre atribuida a Santos volvió a ser evocada por todos aquellos que creen que la moral es un tipo de vegetación. Las críticas a esta nueva edición del texto de Reyes fueron de lo más pintoresco -acusar de "comunista" a quien, por el huertismo de su padre, jamás se metió en política- a lo más obtuso: la acusación retrospectiva de "misoginia" por referirse al "hombre" como especie y no como género. De entre las objeciones al acto de reeditar la "cartilla", detecté tres embrollos que a continuación desmadejaré. Antes, empezaré por una imagen: en una playa concurrida, un niño se está ahogando en el mar. Todos lo que lo ven manoteando, boqueando por aire, sentirán el impulso de ayudarlo. No importa si son católicos, ateos, saben o no nadar. Ese impulso es un acto de moral objetiva.

La moral es religiosa

El impulso moral precede a cualquier ordenamiento religioso porque no requiere de un tercero -Dios como juez que premia o castiga- para suceder. En las religiones existen ordenamientos de conducta que la mayoría juzgamos como inmorales: masacrar a los "infieles", ofrendar a tu propio hijo a un Dios vengativo, hacer una cruzada, una guerra santa o una cristia-da. Y no hablemos de las prohibiciones gastronómicas.

Las obligaciones de unos para con los otros que restringen nuestro interés propio no están en las leyes solamente ni en las liturgias. Tanto las leyes como los mandamientos religiosos tienen al castigo como motor de una acción. La ética se trata, en cambio, de una forma de vida social que no constriñe el actuar de los seres humanos, sino que los dota de fines en sí mismos. Las virtudes, los valores y sus formas de vida caen en el ámbito de esa ética social. La moral es un tipo especial de ética: se concentra en prohibiciones, obligaciones, y formas de tomar una decisión ante un dilema. Por eso la palabra "moral" en la Cartilla de Alfonso Reyes resulta hoy -no en la década de los cuarenta del siglo pasado- un poco chocante. La ética es mucho más un ambiente social de largo plazo de cómo debe vivirse y cómo debe ser uno en comunidad. El filósofo del micropoder,

Michel Foucault, escribió sobre este impulso: "El pensamiento es nuestra forma de dar un paso atrás y presenciar nuestra propia conducta como un objeto para...

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