Morena, de la epopeya al naufragio

AutorÁlvaro Delgado

En sólo dos años Morena pasó de la epopeya de aplastar a todos sus rivales con Andrés Manuel López Obrador como su mariscal, a la vergüenza de ver anulada su elección interna de dirigentes por desaseos y hasta violencia armada, cuya reposición dispuesta por los jueces y que no ha sido cumplida por culpa de la pandemia, únicamente ha detonado más pleitos.

Los 730 días que van desde la victoria hasta su segundo aniversario, el próximo 2 de julio, están marcados por el canibalismo, los litigios, la desarticulación estructural y la nula iniciativa política, sobre todo en el periodo de Yeidckol Polevnsky, quien de la hazaña como dirigente de ganar la Presidencia de la República y la mayoría del Congreso está en la hipótesis de pisar la cárcel por los malos manejos que le atribuye Alfonso Ramírez Cuéllar, su sucesor.

Y Ramírez Cuéllar, a quien López Obrador ha desdeñado -no lo recibe desde su elección, en enero-, ya caducó en su periodo como dirigente, el viernes 26, sin cumplir el único propósito de su nombramiento: organizar la elección interna. Y ahora, ante la inconformidad de un sector, ambiciona quedarse en el cargo hasta pasada la elección de 2021.

Morena llega al segundo aniversario de su triunfo con un sostenido desplome en las preferencias electorales, según todas las encuestas públicas -de 50%-60% cayó a 20%-30%-, mayor que la del presidente López Obrador, y para evitar una eventual derrota en la Cámara de Diputados, cuya mayoría es estratégica para garantizar los recursos a los proyectos de gobierno, perfila una alianza con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), emblema de la corrupción política.

La tentativa de Morena de aliarse con el PVEM, que en 2000 se coaligó con el PAN para apoyar a Vicente Fox y desde 2003 fue aliado del PRI -los mismos partidos que desaforaron a López Obrador en 2005-, no es novedad: está vigente en las cámaras de Diputados y Senadores, y se formalizó en las elecciones de gobernador de Baja California y Puebla, el año pasado.

El PVEM está jefaturado en los hechos por el senador Manuel Velasco Coello, cuyo abuelo es amigo de López Obrador y cuya biografía está asociada el uso irregular de dinero, como el "grotesco" intento de soborno como gobernador de Chiapas a Santiago Nieto Castillo, jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera, en 2015: "Está bien, ¿cuánta lana quieres?".

En Morena todos lo saben: Velasco es impulsado para secretario de Gobernación por Ricardo Monreal, el taimado coordinador de los senadores de ese partido y aspirante presidencial, cuyo suplente y ex-coordinador de asesores, Alejandro Rojas Díaz-Durán, es el más estridente y litigioso aspirante a dirigente partidista, y ante la suspensión de sus derechos por seis meses, acusó...

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