Morena quiere medirse

AutorRosalía Vergara

Se instituyó hace ocho años como organización ciudadana. Luego, en enero de 2014, realizó su asamblea constitutiva. Y el 9 de junio posterior consiguió su registro como partido político ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

Ahora, un año después, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) medirá su fuerza en los comicios intermedios con importante presencia en algunas de las demarcaciones capitalinas donde busca arrebatar el poder al PRD. Es su primera incursión en una justa electoral, de cuyos resultados podrá estimarse cuáles serán las posibilidades de su líder, Andrés Manuel López Obrador, en la contienda por la Presidencia de la República en 2018.

Horacio Duarte, representante de Morena ante el INE, se muestra optimista, pues sostiene que los candidatos de su partido no son corruptos ni traicioneros.

"Frente a la campaña lanzada desde el gobierno en el sentido de que todos los partidos son lo mismo, Morena tiene que demostrar en la campaña, y después con los gobiernos, con los legisladores, que no somos como ellos, sino el único partido de oposición real al régimen", dice.

En los últimos meses las diferencias de los dirigentes de Morena con sus antiguos aliados del PRD subieron de tono. Atrás quedó el "discurso del amor" que caracterizó la segunda campaña de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia en 2012. Ahora, las relaciones del tabasqueño y el presidente de Morena, Martí Batres, con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, son ríspidas.

Las diferencias por el uso electoral de los programas sociales en la capital del país provocó que el 14 de abril Mancera anunciara la suspensión de los mismos hasta después del 7 de junio, lo que desató la furia de los perredistas.

Batres consideró un error esa medida porque, dijo, algunos programas -como la entrega de útiles escolares y la pensión a los adultos mayores- deben aplicarse por ley. Por eso, el viernes 15 presentó una denuncia contra los funcionarios del gobierno capitalino que resulten responsables de cancelar los derechos que garantizan esos programas.

En la guerra de denuestos, el PRD-DF acusó a Morena y a López Obrador de afectar a los capitalinos y les endosó la culpa de la decisión de Mancera. No obstante, Duarte considera que la reacción del PRD es muestra del temor que le tiene a los resultados electorales en la Ciudad de México y otras entidades donde tiene presencia.

Pero Morena no las tiene todas consigo. El jueves 14 fue...

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