Entre la nada y la muerte

En la Casa del Lago

Los años transcurridos entre 1964 y 1968 fueron una pequeña edad de plata para la literatura mexicana. Acabó en Tlatelolco como, también habían concluido trágicamente otros momentos semejantes: la floración de la poesía náhuatl en la corte de Nezahualcóyotl, el grupo de los poetas de la Arcadia y el Diario de México, la gran tentativa de Altamira-no por crear una literatura nacional, la época modernista porfiriana en que por primera y única vez se leyó fuera de México a nuestros poetas, el momento estelar de Vasconcelos, el muralismo y la vanguardia de los Contemporáneos que acabó en otra fiesta de las balas: la guerra cristera, las rebeliones contra Obre-gón y Calles.

La renovación artística de los sesenta tuvo su centro en la Casa del Lago. Juan Vicente Meló, su director en esos años, poseyó al lado del talento literario la rara capacidad de ser lo que hoy llamaríamos un empresario cultural. Entre las muchas cosas que alentó Meló figuran los ciclos de conferencias a las que debemos, por ejemplo, el primer impulso de organizar los notables libros aparecidos en esos años en algo llamado "La nueva novela hispanoamericana" gracias a una charla de Carlos Fuentes (1964).

Meló consiguió también que Alvaro Mutis diera las únicas dos conferen-cias que, hasta donde sabemos, pronunció en su vida: La desesperanza y ¿Quién es Barnabooth?. Una versión narrativa de la primera se encuentra en La muerte del estratega. Conviene leerla en la edición conjunta de "El equilibrista" por el FCE y la UNAM que en el mismo volumen se acompaña de otro libro de 115 páginas: Elogio de la amistad, tres conversaciones con Julián Meza, quien murió prematuramente el año pasado.

La muerte del estratega, que para numerosos lectores es el texto de ficción más importante de Mutis, no se relaciona directamente con su primera novela, La mansión de Araucaíma, ni con el ciclo de Maqroll el Gaviero: La nieve del Almirante, liona llega con la lluvia, Un bel morir, La última escala del Tramp Stea-mer, Amirbar, Abdul Bashur, soñador de navios, Tríptico de mar y tierra.

Poetas y narradores

Si Mutis se hubiera limitado a estos libros figuraría sin discusión entre los grandes novelistas, como su amigo García Márquez o Mario Vargas Llosa. Si sólo hubiese escrito la Poesía, 1948-1988 (Los elementos del desastre, Los trabajos perdidos, Reseña de los hospitales de ultramar, Se hace un recuento de ciertas visiones memorables de Maqroll el Gaviero, de algunas...

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